viernes. 29.03.2024

La iglesia de los Santos Mártires de Málaga afronta la primera fase de su rehabilitación

Las actuaciones, que está previsto que termine en primavera del año próximo, tienen como objetivo adecentar y mejorar los elementos del interior del templo

La iglesia de los Santos Mártires de Málaga capital, fundado por los Reyes Católicos en 1491 y erigida como parroquia en 1505, afronta la primera fase de su rehabilitación. Las actuaciones, que está previsto que termine en primavera del año próximo, tienen como objetivo adecentar y mejorar determinados elementos constructivos del interior del templo, tras haberse observado diversas patologías y anomalías a solventar.

Las estancias existentes en el subsuelo de la iglesia (bóvedas de enterramientos), condenadas y sin ventilación, son la causa de humedades junto al elevado nivel freático, que se traducen al interior de las naves a través de muros y pilastras, como ha detectado el estudio mediante georradar, han informado desde el Obispado.

Los paramentos han visto afectada negativamente su capacidad de transpiración debido al empleo en tiempos recientes de mortero de cemento y pintura plástica. Esto ha dado lugar a humedades capilares procedentes de la capa freática del subsuelo sobre el que se asienta el templo, deteriorando las placas de mármol.

Asimismo, se ha constatado el hundimiento del pavimento en algunas zonas sobre las cuales se efectuaron actuaciones de recalce ya en 1945.

Según ha explicado el párroco, Felipe Reina, en una visita este jueves 30 de julio, "se han levantado las tres solerías que existían: una de terrazo, otra de mármol y otra de barro y se está llevando a cabo el trabajo arqueológico correspondiente en las criptas". Una vez terminado este trabajo "se creará una cámara de aire, para evitar las humedades, y se colocará de nuevo la solería, de mármol blanco".

También ha indicado que se reformará la sacristía, "en la que se recuperará la solería de mármol, que está en muy buen estado", apuntando que se hará un columbario, "a petición de un gran número de fieles que desean colocar en la parroquia los restos de sus seres queridos".

La intervención tratará de solucionar estas anomalías e incluye, también, la actuación arqueológica por parte de la empresa Taller de Investigaciones Arqueológicas que analizará las estructuras emergentes paralelamente al desarrollo de las obras.

Estas buscan conseguir también la limpieza de las yeserías de las bóvedas, reparar desajustes en diversas carpinterías, renovar la instalación eléctrica y la iluminación para adecuarla a la normativa vigente, entre otras actuaciones.

La obra, con un presupuesto de un millón de euros, ha sido asumida al 50 por ciento por la parroquia y el Ayuntamiento de Málaga, a través de la oficina de rehabilitación urbana del Instituto Municipal de la Vivienda. Está siendo dirigida por el arquitecto técnico Pablo Pastor, quien ha afirmado que se está terminando "la fase más laboriosa de la obra, que ha sido el rebaje de 40 centímetros para poder alojar una solera ventilada al templo".

Esto, ha manifestado, se ha llevado a cabo "con la supervisión de los arqueólogos, levantando palmo a palmo cada metro cuadrado del templo y examinándolo minuciosamente". "A partir de aquí esperemos, que el trabajo esté listo en unos ocho meses", ha precisado.

La actividad pastoral de la parroquia no ha tenido mayores dificultades porque "al estar unidas la parroquia de los Santos Mártires y la de San Juan, el culto lo hemos trasladado a esta segunda, y también a la iglesia del Santo Cristo", ha apuntado Reina.

La iglesia fue en su origen de estilo gótico mudéjar de arcos apuntados y cubrición de armadura de madera, pero a lo largo del siglo XVIII, diversas reformas interiores y exteriores le dieron el aspecto que hoy se conoce, con interior trastocado con bóvedas decoradas superpuestas. Se conserva la techumbre de madera original, pero se amplió la cabecera con la integración de un nuevo presbiterio y un crucero más acorde al estilo rococó imperante en la época.

La iglesia de los Santos Mártires de Málaga afronta la primera fase de su rehabilitación