jueves. 25.04.2024

Una hora menos de confinamiento

La madrugada del próximo domingo 29 de marzo comenzará el horario de verano: a las 2.00 se adelantarán los relojes hasta las 3.00

La madrugada del próximo domingo, 29 de marzo, a las 2.00 se adelantarán los relojes hasta las 03.00 y se dará comienzo así al horario de verano, que se prolongará hasta el último domingo de octubre cuando se recuperará el horario de invierno.

Con el cambio de hora se cumple con la Directiva Europea 2000/84/CE que sigue afectando, sin excepción, a todos los estados miembros de la Unión Europea.

Las primeras disposiciones del horario de verano se adoptaron en Europa en 1980 y con la aprobación en el año 2000 de esta directiva comunitaria se fijó el inicio del horario de verano el último domingo de marzo y su finalización en la madrugada del último domingo de octubre.

Si bien, en el conjunto de la UE en el año 2018 se planteó la propuesta de eliminar el cambio de hora y se inició un proceso que si bien consideraba suprimir este cambio en 2019, los entonces Veintiocho consideraron que la iniciativa era prematura y se aplazó la decisión hasta el año 2021.

En la actualidad el cambio de hora está sujeto a un estudio en los distintos países después de que la Comisión Europea realizara en 2018 una consulta pública en la que más del 80 por ciento de los 4,6 millones de ciudadanos que participaron se mostraron a favor de acabar con los cambios de hora.

En España, hace un año el Consejo de Ministros del 22 de marzo, la entonces portavoz del Gobierno y ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, adelantó que España mantendría su huso horario y el cambio de hora estacional mientras reflexionaba hasta el año 2021.

El cambio horario forma parte de la Directiva Europea 2000/84CE que afecta a todos los Estados miembro de la Unión Europea con el objetivo de aprovechar mejor la luz solar por la tarde.

Por tanto, el cambio es obligatorio y siempre se produce en las mismas fechas y horas en el conjunto de la UE, de modo que no existe la posibilidad de que un Estado miembro no aplique este cambio de hora.

La Comisión Europea considera que el consumo de energía no es el único aspecto positivo sino también subraya otros impactos sobre sectores como el transporte, las comunicaciones, la seguridad vial, las condiciones de trabajo, los modos de vida, la salud, el turismo o el ocio.

El cambio de hora se remonta a la década de los 70, con la primera crisis del petróleo, cuando algunos países decidieron adelantar el reloj para aprovechar mejor la luz natural del sol y consumir menos electricidad en iluminación.

Desde 1981 se aplica como directiva que se renovaba cada cuatro años hasta la aprobación de la Novena Directiva, del Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión, en enero de 2001, que establece el cambio con carácter indefinido.

De este modo, en esta ocasión, con España bajo el estado de alarma, los ciudadanos confinados en sus casas a partir del domingo cuando salgan a aplaudir al balcón a las 20.00 para agradecer la labor de quienes están luchando en primera línea contra el coronavirus lo harán aún con sol.

España está ubicada geográficamente en el uso GMT+1 hora, como la mayor parte de Europa excepto Reino Unido Irlanda y Portugal, que se mantienen en el GMT+0. España, por tanto tiene su hora oficial adelantada en 60 minutos respecto a la hora universal desde el año 1940.

En la latitud de España las horas de luz son las mismas, alrededor de 10 en invierno y unas 14 en verano, pero no amanece o anochece a la misma hora en el este que en el oeste.

De hecho, puede haber incluso algo más de una hora de diferencia desde una punta a otra. Por ejemplo, Vigo (Pontevedra) es la ciudad europea en la que más tarde anochece.

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