jueves. 28.03.2024

El 2020 ha sido un año catastrófico para todos los países del mundo, marcado por la pandemia de coronavirus. Sin embargo, no ha sido un mal año para la salud del planeta, y es por primera vez en la historia, las energías renovables han generado más electricidad que los combustibles fósiles.

Esta buena noticia la anunciaba el informe de Ember y Agora Energiewende, en los datos respectivos para Europa durante 2020. Este dato se trata de algo histórico y es un gran avance para alcanzar uno de los objetivos de la Unión Europa: la reducción del 55% de los gases invernaderos en 2030 y alcanzar la neutralidad climática en 2050.

Según el informe de Ember y Agora, las energías renovables han llegado al 38%, mientras que los combustibles fósiles han producido el 37%. Europa está recurriendo gradualmente a fuentes de energía como el sol y el viento, que han duplicado su consumo desde que se empezó a llevar a cabo el informe. Por otro lado, el consumo de carbón disminuyó en un 20%, que es solo el 13% de la electricidad total.

Menor consumo de electricidad

El confinamiento por la pandemia y las medidas de restricción del Covid-19, trajo consigo que el consumo de electricidad tuviera una menor demanda, ya que muchos negocios permanecían cerrados. En Europa, según los datos del informe, la electricidad cayó un 4%. Esto, combinado con la creciente tendencia de las energías renovables, es lo que llevó a que estas superaran a los combustibles fósiles por primera vez en la historia.

Sin embargo, la primeras semanas de 2021 han estado marcadas por la borrasca Filomena, una ola de frío que ha cubierto de nieve, casi por completo, a las ciudades españolas. Debido a este temporal de frío y nieve, han tenido que completar la producción de electricidad de las renovables con gas y carbón quemado. Algo que estropea los buenos datos que estábamos teniendo hasta la fecha.

El aumento de las renovables proviene principalmente del aumento de la energía solar, con un 15% y de la energía eólica, con una subida del 9% durante 2020. Los países que han experimentado un mayor crecimiento han sido Holanda, Suecia y Bélgica, aunque los mayores porcentajes los encontramos en Dinamarca (61%), Irlanda (35%), Alemania (33%) y España (29%).

El gas sigue siendo una fuente de energía muy popular y barata, por lo que sólo disminuyó un 4% su consumo, mientras que el carbón cayó un 20%.  De hecho, países como Grecia, Holanda y Polonia han reforzado su compromiso con el gas.

Otra categoría es la energía nuclear, que no se cuenta como energía renovable o combustible fósil. En 2020, la energía nuclear ha caído un 10%, aunque sigue siendo la principal fuente de energía en países como España.

El informe de Ember explica que en 2020, la electricidad en Europa está un 29% menos basada en carbón que en 2015. Una reducción que ha permitido que la producción eléctrica media en Europa alcance un mínimo histórico de 226 gramos de CO2 por kilovatio-hora.

Motor innovador

España está liderando un importante proyecto en el que se busca la creación de un motor innovador. Se trata de un estudio que están llevando a cabo investigadores de la Universitat Politécnica de Valencia (UPV).

En este importante trabajo de investigación se está desarrollando un nuevo sistema de combustión, con el cual se conseguirían motores de gasolina de alto rendimiento. Es decir, un motor que consuma menos combustible y genere menos emisiones contaminantes.

La Universitat Politénica de Valencia participa en el denominado proyecto europeo EAGLE, en coordinación con el centro de investigación IFPEN (Francia). La intención es revolucionar el mundo del motor con efectos claros en el combustible y las emisiones.

El citado proyecto se ha desarrollado durante los últimos cuatro años, donde han sido probadas diferentes tecnologías a modo experimental. Algunos de los innovadores mecanismos evaluados son:

  • Nuevo sistema de encendido y de combustión ultra-pobre.
  • Nuevos materiales en catalizadores con el objetivo de eliminar los óxidos de nitrógeno.
  • Aislamiento térmico para reducir las pérdidas de calor en el motor.

Así, este gran proyecto, en el que han participado investigadores españoles de la Universitat Politécnica de Valencia tiene varios objetivos marcados. El principal fin es optimizar la eficiencia térmica y reducir las emisiones contaminantes hasta menos de 50 gramos de dióxido de carbono por cada kilómetro recorrido durante el ciclo de conducción. Además, este nuevo motor permitiría un menor consumo de combustible.

Algo histórico: las energías renovables superan al combustible fósil