¿Te gustó la película ‘Los santos inocentes’?
Este domingo 26 de abril se cumplen 36 años de su estreno
¿Te gustó la película ‘Los santos inocentes’? ¿Quién no la ha visto al menos una vez? ¿Quién no ha quedado prendado de esta historia tan llena de la verdad de los seres humanos? ¿Quién no ha saltado de este filme español a la novela de Miguel Delibes y viceversa? ¿Quién no recuerda el personaje de Paco Rabal y su milana bonita? ¿Y las interpretaciones magistrales de Alfredo Landa o Juan Diego?
Este domingo 26 de abril se cumplen 36 años de su estreno. Fue una propuesta cinematográfica que arrasó en la gran pantalla. Y que sigue arrasando cada vez que, de entonces acá, la han repuesto en televisión. Porque el argumento estremece y porque los papeles -desde los principales a los secundarios- están bordados. Y porque refleja la historia una contextualización tan real como reconocible.
Mario Camus la rodó en 1984. Recordemos cómo la relaciones entre los dueños de un cortijo extremeño y los miembros de la familia que les sirven fue la base para la excelente plasmación -el retrato sociológico- de la España más bien gris de los años 60. Miguel Delibes publicó la novela en 1981. Un libro excepcional, sin duda.
Y Camus tuvo olfato y ojo avizor. Y además estuvo tocado por la varita mágica de la profesionalidad que supo reunir un reparto actoral en estado de gracia encabezado por Alfredo Landa, Juan Diego, Francisco Rabal, Terele Pávez, Ágata Lys y Agustín González.
Existen muchas curiosidades que sucedieron durante el rodaje. Por ejemplo que la famosa -mítica ya- escena de la foto familiar no fue sencilla de rodar. Para ser exactos: fue la más complicada sin duda de ninguna clase. Porque ‘la milana’ se escapaba al torreón y tenía que volver sobre el adusto hombro de Azarías (Paco Rabal). Y hubo que esperar… a que el animal decidiera volver. La relación de Rabal con su milana marcó uno de los sesgos más entrañables de la película. ‘La milana’, sin duda, se convirtió en un personaje más. Un personaje además decisivo.
Terele Pávez también cuajó un papel redondo. Ella misma se cortó el pelo para interpretar a la desdichada Régula. Juan Diego, paradigma del señorito en el largometraje, fue otro de los aciertos rotundos. Juan Diego se salía de a pantalla. Animal escénico con escopeta de caza como hobby.
Camus comenta que “yo le había visto un poco en televisión y pensaba que podía tener ese registro déspota. Y lo tenía, ya lo creo que lo tenía”. Ningún actos como Juan Diego para erigirse en el señorito Iván. Juan Diego hablaba incluso cuando su personaje permanecía en silencio.
Paco Rabal compartió con Alfredo Landa el premio a Mejor Actor del Festival de Cannes de 1984. Mario Camus, además, recibió una mención especial en el mismo certamen. Paco Rabal y Alfredo Landa lograron un reconocimiento internacional unánime.
Como dato curioso conviene apuntar que la película se convirtió en una de las más taquilleras del año en España recaudando 523.904.485 millones de pesetas y permaneciendo en cartel casi año y medio. “La película fue un bombazo, todo el mundo nos felicitaba”, subraya el director. Nunca está de más volver a sus prodigiosos fotogramas.
