viernes. 19.04.2024

¿Cuándo se cambia la hora?

En la madrugada del sábado 25 de marzo al domingo 26, a las 2:00 serán las 03:00

Ya ha entrado la primavera y con el cambio de estación llega también el cambio de hora. En esta ocasión, el paso al horario de verano nos deja una hora menos de sueño, ya que adelantaremos una hora los relojes. Esta práctica se lleva a cabo todos los últimos domingos de marzo y supone disfrutar de más luz solar por las tardes.

En la madrugada del sábado 25 de marzo al domingo 26, adelantaremos una hora nuestros relojes. Así, a las 2:00 serán las 03:00, lo que significa que dormiremos una hora menos, pero aprovecharemos más la luz natural en las tardes primaverales.

El horario de verano (o tiempo de ahorro de luz) (en inglés Daylight saving time o DST) es el horario que sigue la convención por la cual se adelantan los relojes para usar más la luz diurna. Normalmente los relojes se adelantan una hora a principios de la primavera, y se retrasan de nuevo en otoño.

La primavera boreal/septentrional inicia a fines de marzo, mientras que la primavera austral/meridional comienza a fines de septiembre. Ya el otoño del hemisferio norte inicia a fines de septiembre, mientras que el otoño del hemisferio sur comienza a fines de marzo.

El horario de verano moderno fue propuesto por primera vez por Benjamin Franklin y posteriormente, en 1907, por William Willett. Se empleó ampliamente por primera vez en 1916, durante la Primera Guerra Mundial, para ahorrar carbón. A pesar de las controversias, muchos países lo vienen empleando desde entonces. Los detalles horarios difieren dependiendo del país y a veces son modificados.

El añadir tiempo de luz diurna a las tardes beneficia al comercio, a la práctica deportiva y otras actividades a las que favorece la presencia de luz tras la jornada laboral,1 pero puede ocasionar problemas a la agricultura y a otras ocupaciones que dependen del tiempo de exposición a la luz solar.2 El incremento vespertino de luz puede ayudar a disminuir los accidentes de tráfico,3 pero sus efectos sobre la salud y la incidencia del crimen están menos claros. Se dice que mediante el horario de verano se ahorra energía eléctrica al reducirse la necesidad de iluminación artificial,4 pero las evidencias que lo apoyan son débiles,5 dado que el horario de verano puede estimular la aparición de picos de demanda, lo que incrementa los costes.

Por otra parte, los cambios de horario dificultan la percepción del tiempo y pueden causar problemas de sueño a las personas, así como trastocar reuniones, viajes, facturación de equipaje, el mantenimiento de registros, dispositivos médicos y el uso de maquinaria pesada. Muchos sistemas dirigidos por computadoras son capaces de ajustar sus relojes automáticamente, pero se llegan a producir errores, sobre todo cuando las reglas del horario de verano cambian.

Una directiva europea regula el cambio de hora con el objetivo de ahorrar energía y unifica los días en los que se realizan las variaciones de hora en todos los países de la Unión (el último domingo de marzo y el último de octubre). En España se aplica desde 1974 aunque diversos colectivos sociales rechazan esta modificación horaria y reclaman que el país mantenga el horario que le corresponde por su posición geográfica.

La mayoría de los países de la Unión Europea situarán este domingo sus relojes dos horas por encima del horario GMT (Greenwich Mean Time) excepto Portugal, Reino Unido e Irlanda, que lo harán o una, y Bulgaria, Chipre, Estonia, Finlandia, Grecia, Letonia, Lituania y Rumanía que adelantarán la hora a GMT+3. El cambio se empezó a generalizar a partir de 1974, con la primera crisis del petróleo cuando algunos países decidieron adelantar sus relojes para aprovechar mejor la luz del sol y ahorrar así electricidad.

Según los cálculos del Instituto español para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el potencial de ahorro en iluminación en España por el cambio de hora puede llegar a representar un 5% del consumo eléctrico en iluminación, equivalente a unos 300 millones de euros.

El cambio horario puede generar, sobre todo en niños y ancianos, leves alteraciones en el sueño, los hábitos alimenticios y el estado de ánimo, con un aumento del cansancio, la irritabilidad o la falta de concentración.

¿Cuándo se cambia la hora para dar paso al horario de verano?