jueves. 25.04.2024

'Reglas, democracia, normativa y cumplimiento'

"Los acuerdos, normas y reglas estatutarias o no, pero normativa, al fin y al cabo, están para ser cumplidas y los responsables para velar para que así sea"

'Reglas, democracia, normativa y cumplimiento'

Llevo en las Cofradías desde que tengo uso de razón, o sea desde muy niño, y eso me llena de orgullo y satisfacción porque creo que las Hermandades es uno de los medios, para mi mejores y más plenos, para ser y sentirse cristiano, para alcanzar el Reino de Dios, aunque haya muchos, dentro de la misma Iglesia, que no lo sientan ni lo crean así.

Y posiblemente seamos, nosotros mismos los cofrades, los que no nos demos cuenta del enorme potencial que tenemos y que en muchas ocasiones desperdiciamos, porque no creemos en nosotros mismos y en lo que somos, así como a cuenta del mal ejemplo, o lo poco edificante que hacemos con algunas de nuestras actuaciones y de ahí que nos consideren, en determinados momentos, (como el artículo que escribió la nueva consejera de la junta de Andalucía, natural de Huelva, en un periódico de dicha localidad) como personas con mucha apariencia y poca base espiritual a los que sólo nos importa lo externo sin mucha profundidad.

Decía que llevo casi toda mi vida en las hermandades y he tenido la suerte de ocupar diferentes y diversos puestos de responsabilidad pasando por casi todos los puestos o cargos de unas Junta de Gobierno (o Cabildo de Oficiales, como rimbombosamente le llamamos algunos), así como he tenido también la oportunidad de pasar por tres etapas (apasionantes, emocionantes, enriquecedoras, a nivel personal y creo que general, duras, difíciles y dificultosas) en la Unión de Hermandades.

En este organismo he visto “casi de todo” en los dirigentes y en las Hermandades, tanto cuando he estado en la permanente como en el pleno y he tenido la oportunidad de estar sujeto a diferentes normativas diocesanas y cofrades (ese sería otro asunto a opinar y tratar próximamente) pero en toda esta etapa, una veces con más o menos justicia, con más o menos acuerdo o con votos de mayorías suficientes o aplastantes, casi siempre he visto respetar lo que ha decido en sus votaciones o acuerdos el pleno de hermanos mayores.

Y la permanente, como se le dice ahora, o el Consejo Directivo de la U.H., como se le decía antes, estaba obligado naturalmente, según normativa diocesana, a cumplir y respetar los Acuerdos alcanzados, tal como lo debe de estar ahora.

Muchos me han oído decir en algunas ocasiones que, en este mundo de las Hermandades, estamos llegando a un nivel tan puntilloso dónde con tanta normativa, tantas Reglas o Reglamentos de Régimen interior, se mira tanto la palabra, la coma, el artículo, etc. etc., que no vemos más allá de lo que se quiere decir o expresar en el conjunto de ello, o la interpretación que cada cual le quiere dar y parece que, en muchas ocasiones, estamos en un juzgado, en un ayuntamiento o en cualquier otro organismo político, en lugar de una Hermandad, con todo lo que lleva consigo esta palabra.

Con esto no quiero decir que no esté de acuerdo, ni mucho menos, en que existan normas, reglas, o reglamentos, y que, por supuesto haya que cumplirlos, para eso están, pero sin llevarlos a la exageración de fijarnos en la coma, en el punto o en cualquier otra cosa menor, sin entrar en lo realmente importante, cosa que los cofrades, a veces, somos muy de ello.

Pero, sin divagar más, lo que quiero decir es que cuando se toma un acuerdo en un pleno de hermanos mayores, o en el cabildo de una Hermandad, eso hay que respetarlo y cumplirlo, aunque no nos guste y no podemos actuar por nuestra cuenta saltándonos todas las normas, las formas o los principios de la democracia, dónde se dice que la opinión de la mayoría, siempre prevalece sobre la minoría, aunque esta pueda llevar razón.

No pretendo con ello dar lecciones a nadie, (Dios me libre) ni decir cómo se tiene que hacer o que llevo razón, ni mucho menos, es simplemente expresar mi opinión sobre un tema que está candente, muy candente creo yo, en el mundillo de la Hermandades y dónde estamos siendo objeto de titulares de la prensa (la normal y la morada, como le llama un buen amigo a la que se ocupa de la información cofrade) y de “alguna que otra mofa o gracia” en redes sociales.

Solo pretendo con esto opinar que, como digo antes, los acuerdos, normas y reglas estatutarias o no, pero normativa, al fin y al cabo, están para ser cumplidas y los responsables para velar para que así sea, aunque, repito, sin llegar a fijarnos en lo superficial ni dejarnos llevar por extremismos, ya que éstos son siempre muy malos.

'Reglas, democracia, normativa y cumplimiento'