Un padre estrangula a un coyote que había atacado salvajemente a su hijo de 2 años

El animal ya había protagonizado otros dos ataques en la misma mañana

Por un hijo, todo. Por un hijo, hasta dar la vida. Por un hijo, mover montañas y hacer el pino en la cuerda floja. Por un hijo, todo lo posible y prácticamente todo lo imposible. Un padre ha estrangulado con sus manos – con sus propias manos- a un coyote que atacó brutalmente a su hijo de dos años. El padre ejerció de tal este pasado lunes 20. Héroe y protector a la misma vez.

El animal ya había protagonizado dos ataques más aquella mañana. El animal tenía predisposición a la violencia. Contra los humanos. Ian O'Reilly, natural de New Hampshire (Estados Unidos), estaba haciendo senderismo con su mujer y sus tres hijos por una de las montañas de la localidad. De repente, un coyote apareció en medio del camino y atacó a su hijo pequeño de dos años. Todo sucedió en un amén. En un visto y no visto.

Sin pensárselo dos veces, instintivamente, como dirigido por un impulso casi atávico, O'Reilly dio una patada al animal para alejarlo de la criatura y, después lo asfixió con sus manos, hasta que acabó con su vida. Pura inclinación natural a la supervivencia.

"Cuando me pude poner encima, le tapé el hocico, lo empujé hacia la nieve y lo maté de asfixia", explica al padre. La familia llamó de inmediato a emergencias para atender las heridas del niño y del padre, el cual se tuvo que vacunar contra la rabia habida cuenta el coyote le mordió en el brazo y el pecho. Afortunadamente el hijo sólo sufrió pequeños arañazos.

Cabe destacar que este mismo coyote había protagonizado otros ataques horas antes. Sin ir más lejos, por la mañana se había enfrentado con un coche en marcha en la carretera de Hampton Falls y un poco más tarde mordió a una mujer que estaba en el porche de su casa. Un animal rebelde. Rebelde sin causa.