sábado. 20.04.2024

Se cumplen 30 años del Nobel para un escritor total

En 1989 Camilo José Cela recibía, jubilosamente, el Nobel de Literatura

Escribía con su mano de garra de oso. Con letra menuda, con letra pendolaria. La caligrafía como una sucesión de hormigas que transportaba la linealidad de una literatura excepcional. Descreía de las musas. Y apostaba doble contra sencillo a favor del trabajo. Era orondo como gruesa su envergadura académica. Solía impostar el carácter -agriándolo- para ahuyentar donceles tontuelos y mercachifles. Poseía voz personal en negro sobre blanco. Y estilo, ese tesoro no siempre hallable.

Nos referimos a don Camilo. A secas. Que es decir mucho. Camilo José Cela. Aquel literato que se enamoró “como un cadete" cuando ya había traspasado con creces las primeras compuertas de la tercera edad. El timbre (personalísimo) de la dicción. La seriedad como apostura (aunque en el fondo abrazaba su corpulencia a un tierno a veces incluso inseguro). Fue azote infranqueable de unos pocos y amigo fiel de muchísimos colegas y camaradas.

Ahora se cumplen 30 años -¡treinta años ya!- de la concesión de su Premio Nobel, que fue el de todos nosotros. El de todos los españoles. Aquel acontecimiento enseguida provocó el aplauso de las multitudes y el fruncido del entrecejo de algunos detractores de quita y pon. Cela sólo se parecía a Cela. Y era su mayor enemigo y su mejor aliado. La escritura, la suya como paradigma, precisa de horas y deshoras. De un cultivo de corrección, tachaduras y folios al trasfondo de la papelera.

30 años de una noticia que lo dejó pegado a la pared de su casa, con la mirada perdida en la lontananza de la satisfacción. Marina lo acompañaba en el estallido de ese instante. No existían entonces los teléfonos móviles. Y Camilo quedaría sellado a la sonrisa del auricular que le informaba de sopetón. Precisamente aquel año de 1989 no figuraba en las quinielas del Nobel. Por lo que el notición le dejó boquiabierto. Y casi petrificado de júbilo. Precisamente júbilo hemos de sentir todos en la celebración de esta luminosa efeméride.

Se cumplen 30 años del Nobel para un escritor total