viernes. 29.03.2024

Las Zambombas

Su origen se remonta al siglo XVIII, y radica en las fiestas en patios de vecinos, gañanías y en los barrios flamencos de Jerez
Zambomba en Jerez
Zambomba en Jerez

Las Zambombas

Estamos en días previos (¿previos?) a las fiestas de Navidad y mi ciudad, nuestra ciudad, se convierte en un lugar bullicioso, sobre todo los fines de semana, dónde las zambombas, las popularísimas e importantísimas zambombas (fijaos si son populares e importantes que ya hasta el telediario de la 1 habla de ellas) ocupan todo lo significativo que pueda haber en nuestra población.

Todo en estos días gira en torno a las zambombas, y a mí no me parece mal, de verdad, lo veo muy bien… bueno hasta cierto punto, porque sí es importante que se promocione nuestra ciudad a través de las fiestas de Navidad, a través de las “zambombas”, pero sin pasarse, hacerlo en su justo limite.

Creo que se pueden hacer las cosas, en mi opinión,  sin desnaturalizar el contenido ni el significado, guardando lo genuino de éstas (“las zambombas”) y conservando, (sobre todo eso, conservar), lo popular, el que el pueblo llano y sencillo participe, cante, baile, toque las palmas, se sienta parte de esta celebración y no sea una mera comparsa que sólo es necesaria para hacer “bulto” y “hacer caja” con la barra de turno que se monta.

Pero atesorando, como digo antes, lo tradicional, lo popular, y no dejando que algunas de ellas se conviertan en “botellones” callejeros. No estoy en contra, ni mucho menos de que se puedan hacer estas “zambombas” en plena calle, pero siempre dentro de unos límites, bebiendo de las fuentes originales y guardando su personal y particular idiosincrasia, ya que el primer sentido fue el que se reunieran en casas, en patios de vecinos, en barrios y cantaran y bailaran para festejar el Nacimiento del Hijo de Dios.

Recordemos que “zambomba” es el nombre por el que se conoce la fiesta distintiva de la Navidad jerezana, y que su origen se remonta al siglo XVIII, y radica, como hemos dicho antes, en las fiestas en patios de vecinos, gañanías y en los barrios flamencos de Jerez, y que dichas fiestas navideñas que se suelen realizar los días previos a la nochebuena.

En sus principios, (y todavía hoy, afortunadamente, se suele hacer en algunas casas particulares, que es donde se inicia la celebración, no lo olvidemos) se compartían viandas, vinos y surgían espontáneamente los cantes cuyas letras y ritmos formaban parte de la cultura popular.

En ella un grupo de gente, sin organización previa, sino de manera espontánea, canta villancicos, tonadas, estribillos, todos ellos de la sabiduría popular en coro al son de una zambomba y, a veces, acompañados también por otros instrumentos como panderetas, botellas de anís, o sonajeros.

Con el tiempo estas “armas” o instrumentos clásicos de villancicos se han ‘aflamencado' y aunque la zambomba sigue estando (en algunas fiestas o festivales de zambombas, porque hay otras en las que ni siquiera está el elemento principal que le da nombre) la guitarra española cobra el principal protagonismo así como la caja flamenca.

Me parece buena la innovación, siempre y cuando sea para mejorar lo que hay, pero siempre conservando, al menos algo, de lo clásico, de lo tradicional, para que el que lo vea y no conozca su historia, pueda conocer algo de los orígenes y el porqué.

Actualmente esto ha dado lugar a la participación de artistas flamencos en ellas y los villancicos y canciones populares se han aflamencado, cosa que tampoco veo mal, y convertido en espectáculo, que también lo veo bueno, pero insisto, debiendo de guardar la historia, las formas clásicas y haciendo que sea “popular”.

Además, me parece muy bien que se promocione esta fiesta y que sea el Ayuntamiento el que tome la iniciativa (creo que es su obligación), pero debe hacerlo con sentido, diciendo que es y el significado que tiene y evitando los “botellodromos zambomberos” que se originan en determinados lugares, ya que eso, a mi torpe entender, no dignifica en nada esta popular fiesta y si muy al contrario, la denigra y la deshonra.

Pero si se quiere promocionar esta fiesta y con ello nuestra ciudad, el (mini) equipo que nos ¿gobierna? con el apoyo de otros partidos (que será todo lo legal que se quiera, pero que no es ni razonable ni lógico) debe velar por la seguridad de esta magnifica fiesta, conservar sus valores intrínsecos, procurar que la ciudad esté, sobre todo, limpia, presentable, atractiva, adecuar los mecanismos necesarios para evitar que algunas calles del centro no se conviertan en “meodromos”, con sus correspondientes malos olores y muy negativo para la imagen de la ciudad.

Si quieren hacer y promocionar una fiesta popular, que la hagan, que la promocionen, que todo lo que sea en bien de nuestro Jerez es bienvenido, pero, insisto, con sentido común y sabiendo lo que se hace y el porqué y cuidando y guardando nuestras tradiciones, y evitando que puedan ser “prostituidas”.

Con mis mejores deseos de que paséis una Feliz Navidad en compañía de vuestra familias y que el niño Jesús os colme de bendiciones y parabienes, y sobre todo de salud para el nuevo año.

Las Zambombas