viernes. 26.04.2024

Demanda a la Seguridad Social por propiciar un "despido injusto y fulminante"

El afectado fue despedido el pasado mes de noviembre de la planta sevillana de la empresa automovilística Renault después de 14 años después de que le fuera denegada su petición de baja laboral

Un trabajador despedido el pasado mes de noviembre de la planta sevillana de la empresa automovilística Renault, bajo la premisa de que el mismo habría incurrido en faltas sin justificar a su puesto de empleo, prepara actualmente un litigio contra la Seguridad Social.

Acusa a dicha institución de haber aceptado "verbalmente" su petición de baja laboral para después desestimarla en el plano formal, propiciando así las citadas ausencias a su puesto y su "despido injusto y fulminante".

Según ha narrado este trabajador, el 24 de noviembre de 2017, cuando sumaba ya unos 14 años trabajando como operario en la factoría hispalense de Renault, sufrió un accidente laboral mientras estaba "empujando una carga pesada" en las citadas instalaciones industriales, ante lo cual un parte médico inicial reflejaría entre otros aspectos una "contractura dorso lumbar derecha", que motivó su baja laboral en toda regla.

Las complicaciones derivadas de las lesiones sufridas, según su relato, motivaron que en el contexto de su baja laboral por aquel accidente, el 12 de marzo de 2018 fuese intervenido de una "hernia discal" que los especialistas le habían diagnosticado, si bien tras aquella operación ese trabajador habría seguido padeciendo molestias y problemas sanitarios. Fruto del accidente, según indica, seguía afrontando "lesiones lumbares y cervicales" que incidían en su vida diaria.

Tras acumular aproximadamente 18 meses de baja laboral, el Instituto Nacional de la Seguridad Social formalizó su "alta laboral forzosa" en mayo de 2019, tras lo cual este empleado se reincorporó a la planta hispalense de Renault, afrontando las mismas funciones y por ende trabajando con peso y realizando esfuerzos físicos, pese las secuelas que según manifiesta aún arrastraba del accidente laboral de noviembre de 2017.

Así continuó, siempre según su relato, hasta que el 17 de septiembre de 2019 sufrió "una recaída" de sus padecimientos lumbares y cervicales, lo que según sus palabras se traducía en una fuerte "contractura" que además del dolor, le impedía no pocos "movimientos".

Tal es así, que en su visita al hospital Virgen Macarena le fue diagnosticada una "lumbociatalgia", recomendando los especialistas que esta persona quedase en "reposo relativo", según el parte.

Tras acudir además a los servicios médicos de la empresa, que según asegura "certificaron" su estado, al día siguiente solicitó a la Seguridad Social una nueva baja laboral por su nueva situación.

El día 20 de septiembre asistió a una cita con la inspección médica del Instituto Nacional de la Seguridad Social, que emitió un informe dando cuenta de que el resultado de la exploración del paciente era literalmente "similar" al emitido por el servicio de urgencias del hospital Virgen Macarena.

"Yo estaba incapacitado"

"Yo estaba incapacitado", expone este trabajador, explicando que tras la asistencia a tales instancias y la promesa "verbal" de que sería nuevamente dado de baja, fue "a reposar a casa", sobre todo porque según relata, los servicios médicos de la empresa le habrían manifestado que a la espera de la comunicación oficial de la nueva baja laboral, la situación sería resuelta transitoriamente a través de los "días de vacaciones" que este empleado tenía aún pendiente de disfrutar.

La "sorpresa" llegó, según detalla, cuando días más tarde desde la empresa le avisaron telefónicamente de que seguía sin mediar ninguna "comunicación de la baja" laboral, tras lo cual habría descubierto que el Instituto Nacional de la Seguridad Social había "desestimado" finalmente su solicitud de baja laboral, pese a que la responsable de la inspección médica de dicho departamento le habría asegurado "verbalmente" que su baja laboral sería aprobada, siempre según su relato.

Dicha situación motivó su nueva reincorporación al trabajo el 15 de octubre de 2019 y un mes más tarde, el 15 de noviembre, Renault le comunicó su despido bajo la premisa de que entre el 17 de septiembre y el 11 de octubre no había acudido a su puesto de trabajo sin justificar tal extremo y supuestamente sin haber llamado tampoco para comunicar esta situación hasta el 10 de octubre, que lo habría hecho para informar de que desde el Instituto Nacional de la Seguridad social le habían dado verbalmente la baja, según la versión de la empresa, que asegura que el empleado no regresó a su puesto hasta serle entregado un requerimiento.

La versión de la empresa

Renault, en ese sentido, esgrimiría la decisión del Instituto Nacional de la Seguridad Social de desestimar la solicitud de baja laboral de este hombre, considerando que el mismo no había aportado ninguna justificación de sus ausencias más allá del parte de asistencia a las urgencias del hospital Virgen Macarena o su petición al Instituto Nacional de la Seguridad Social para que fuese revisada su situación.

"Yo me fui a mi casa a reposar confiando en la palabra de la inspectora de la Seguridad Social y del servicio médico de la empresa", defiende este trabajador frente a su despido "fulminante, injusto y doloroso".

A tal efecto, ha manifestado que el Instituto Nacional de la Seguridad Social le ha "dejado totalmente desprotegido" ante la "acusación" de la empresa de haber faltado a su puesto de empleo sin justificación alguna. "Me siendo estafado", ha aseverado señalando la situación de "vulnerabilidad" en la que ha quedado a la hora de afrontar su despido.

A tal efecto, este hombre ha impugnado su despido al considerarlo "injusto" y, tras ser desestimada recientemente su reclamación por vía administrativa contra el Instituto Nacional de la Seguridad Social, ha manifestado su decisión de emprender también un litigio contra dicha entidad.

Demanda a la Seguridad Social por propiciar un "despido injusto y fulminante"