martes. 23.04.2024

Conflicto Open Arms: Todo lo que sabemos hasta hoy

Ya van más de dos semanas de pesadilla en el Mar Mediterráneo para los rescatados a bordo del barco humanitario Open Arms

La ONG Proactiva Open Arms, cuyo fundador es el catalán Òscar Camps y en activo desde septiembre de 2015, encontró a la deriva del mar en una balsa hinchable el pasado 1 de agosto a 55 personas, cuyas nacionalidades son de Siria, Magreb y Sudán. Al día siguiente encontraron otra tanda de 69 personas y, el 10 de agosto, un total de 39 migrantes. Toda la suma asciende al número de 163 rescatados a bordo hasta entonces, entre los que se encontraban 16 mujeres (dos de ellas embarazadas) y 2 bebés mellizos de 9 meses. La mayoría de estas personas presentaban evidentes signos de violencia, y según la propia ONG habían sido “comprados y vendidos como esclavos, torturados y abusados sexualmente".

La función principal de la ONG es el rescate con un barco central humanitario de todos aquellos migrantes que se echan a la deriva en el Mar Mediterráneo, para luego poder llevarlos a un puerto seguro acorde a la zona geográfica en la que se encuentre. En este caso el área correspondería con Italia, pero aquí ya nos encontramos la primera reticencia por parte del Gobierno italiano.

El ministro del Interior Matteo Salvini, perteneciente al partido ultraderechista, mantiene una clara y concisa política de puertos cerrados a las ONG, imponiendo de este modo elevadas multas a las embarcaciones que entren en aguas nacionales junto con su incautación.  A las evidencias se remiten por las redes sociales la mayoría de los políticos españoles, denunciando la incapacidad humanitaria del líder ultraderechista italiano, ya que defienden que todo se trata de un refuerzo en base a una estrategia política fallida de cara a unas elecciones.

"Reapertura de puertos y alimentadores? No en mi nombre! La única "inhumanidad" es la de aquellos que, tartamudeando y retirándose, favorecen el asqueroso negocio de la inmigración ilegal."

Y no sólo el gobierno italiano no responde al efecto llamada de la inmigración en aguas mediterráneas, sino que la propia Bruselas evita el papel protagonista frente a este conflicto y crisis social, ya que rechazan el convocar a la Comisión Europea para no asumir la responsabilidad.

¿Cuál es el papel de Bruselas en el conflicto? El Comité Europeo se mantiene en la declaración de que “no se puede distribuir a los migrantes si no hay un desembarco”, según la portavoz de Migración del Ejecutivo comunitario, Tove Ernst. Es decir, la CE recuerda que no constan de ninguna política ni competencias para la designación del puerto donde desembarcar, simplemente se acata a dar apoyo a los Estados que los hayan acogido y encontrar una solución para el reparto de las personas una vez hayan llegado a puerto. “Es imposible conocer esas soluciones sin saber con exactitud en qué puerto realizarán el desembarco”, declaran fuentes de la Unión Europea.

Muchos países como Alemania, Francia, Rumanía o incluso España se han mostrado solidarios y han cooperado para encontrar una pronta solución que ponga fin a las crisis migratorias que se viven a lo largo del año en el Mar Mediterráneo.

En cualquier caso y volviendo al buque español, sigue sin tener autorización por parte de ningún estado para atracar en puerto seguro. Todo se resume a la pésima política interior de Salvini, la cual está basada en la demagogia, poniendo en peligro la vida de cientos de personas. A la conversa se ha sumado la ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, respondiendo al ataque del ultraderechista italiano tachándolo así de “impresentable” y “muy lamentable”.

El ministro de Cultura y Deporte en funciones sostiene que “España ha hecho lo que corresponde ante la negativa de Italia de cumplir la ley del mar”, recordando que muchas comunidades autónomas han accedido recibir a los rescatados del Open Arms.

Después de más de dos semanas a la deriva, el barco humanitario ha mandado un llamamiento de urgencia alegando la insostenible situación que están viviendo, ya que incluso la integridad mental y física de los rescatados y tripulantes corre peligro. Algunos de ellos incluso se han lanzado al mar para llegar a nado a las costas de la isla italiana de Lampedusa, ya que llevan horas fondeando el mar a 800 metros de ésta. La desesperación es tal que Camps, a través de sus redes sociales, ha enunciado que ya no van a poder garantizar la seguridad de las personas que van a bordo.

Pedro Sánchez ha comunicado que el puerto de Algeciras acepta el desembarco del buque, ya que España se muestra solidaria y abierta a la solución de la crisis con Open Arms, haciendo hincapié en la labor humanitaria por parte del país.

La oferta del atraque en puertos gaditanos ha sido criticada por el fundador de la ONG, alegando en sus redes sociales que “después de 26 de misión, 17 de espera con 134 personas a bordo, una resolución judicial a favor y 6 países dispuestos a acoger, ¿quiere que naveguemos 950 millas, unos 5 días más, a Algeciras, el puerto más lejano con una situación insostenible en el Mediterráneo?”.  A esperas de confirmación por parte del centro de coordinación marítimo español, cada minuto que pasa todo se hace más insostenible e intenso en el barco.

La Opinión Pública está clara. La crisis migratoria es evidente. El bloqueo italiano es, de todo, menos apropiado y aceptado por la ciudadanía. ¿Hasta cuándo se seguirá con esta política de dejar a la merced del mar a aquellos que huyen de la guerra, del hambre y del sufrimiento? ¿Cuándo se tendrá en cuenta las labores humanitarias por parte de las ONG que intentan promover cierta fe y esperanza en la vida de esas personas? Los equipos sanitarios, voluntarios, tripulantes, mujeres, niños, hombres que van a bordo ya no saben qué hacer. ¿Qué más se necesita para que los gobiernos entren en razón, fallecidos? Bueno, quitando que eso ya ocurrió en muchas otras ocasiones. Desde 2015 hasta la fecha más de 500 niños han fallecido en el Mediterráneo. ¿De verdad se cree que si la situación no fuera de extrema urgencia, se echarían al mar para buscar una nueva esperanza?

3 de 4 niños no consigue sobrevivir y, cada dos días, dos niños mueren al cruzar la ruta del Mediterráneo.

Un caso destacable es el de Aylan. Esa imagen del pequeño en la orilla quedó grabada en la retina de muchos ciudadanos, pero poco a poco se ha ido aletargando para pasar a cosas más mundanas y diarias de una sociedad de consumo como es la nuestra.

La crisis humanitaria es indudable, pero las soluciones aún no están encima de la mesa. Vivimos años de inmenso desarrollo, pero vamos dando pasos hacia atrás en lo que a la humanidad y solidaridad se refiere.

Conflicto Open Arms: Todo lo que sabemos hasta hoy