viernes. 19.04.2024

Jerez protagoniza y acoge el rodaje de la película 'El verano que vivimos'

La cinta contribuirá a la difusión de la vida y cultura jerezanas y a dar un impulso al jerez y las bodegas

La alcaldesa, Mamen Sánchez, ha agradecido a Bambú Producciones y al equipo de El verano que vivimos “este regalo que hacen a la promoción de Jerez”. La regidora, que ha asistido este fin de semana en el Festival de Cine de Málaga a la presentación de este proyecto cinematográfico, ha informado que, según las previsiones de los organizadores, tanto la producción, como las contrataciones para el rodaje en Jerez este verano, supondrán un impacto económico para la ciudad. La alcaldesa se ha referido a los ingresos que el rodaje reportará a las empresas de Jerez, derivados de los gastos de estancia, manutención y contratación de actores y extras, entre otros.

Asimismo, Mamen Sánchez ha señalado que la exhibición en la gran pantalla de esta película supondrá una difusión del destino Jerez “impagable, sobre todo, si se tiene en cuenta que la película tratará sobre la vida en la ciudad hace unas décadas, y en ella se hablará del jerez, sus viñas, bodegas y patrimonio cultural”.

La gestión de este proyecto se ha desarrollado desde septiembre confidencialmente a través de Jerez Film Office, un servicio municipal dedicado a dar cobertura a las necesidades de las producciones audiovisuales. La alcaldesa ha recordado que “Jerez ya cuenta con tradición de cine”, e insiste que hay que “aprovechar esta oportunidad ya que la ciudad cuenta con emplazamientos maravillosos y muchas localizaciones”.

Desde Bambú Producciones se ha apuntado que a través de El verano que vivimos se pretende “descubrir al gran público una cultura propia y genuina, como es la del jerez, dando mayor visibilidad a un producto cuyo despegue es imparable”. La finalidad es contar la historia del jerez para poner en valor un vino exclusivo presente en las mejores bodegas del mundo y que el gran público redescubra su aroma y sabor.

El verano que vivimos narra la experiencia de Isabel, quien en 1998 estudia periodismo y se ve obligada a realizar sus prácticas en el diario de un pequeño pueblo costero para terminar la carrera. Al llegar, quiere empezar cuanto antes a investigar, a demostrar todo lo que ha aprendido para convertirse en una auténtica periodista, pero el puesto que la asignan es el último que ella esperaba: la escritura y gestión de las esquelas que llegan a la redacción. Pero esto, que podría parecer en principio algo aburrido, se convierte, de pronto, en la puerta a una investigación que la llevará por diferentes puntos de la geografía española en busca de una historia de amor imposible.

Se trata de una historia que sucedió hace más de cuarenta años en Jerez de la Frontera durante el verano de 1958, en la época dorada de la producción del vino de Jerez y en plena expansión comercial por todo el mundo. Gonzalo, un joven arquitecto, llega hasta allí para iniciar su carrera, proyectando una portentosa edificación de una bodega para su amigo Hernán Ibáñez, perteneciente a una de las familias bodegueras con más solera de la zona. Junto a Hernán, Lucía, su prometida y también hija de propietarios bodegueros. Una joven despierta e inteligente que no puede pasar desapercibida para Gonzalo.

Isabel sabe que detrás de las misteriosas esquelas puede haber una gran historia por contar. Su olfato periodístico le conduce hasta Carlos, el hijo de Gonzalo, para el que esta mujer, Lucía es también un misterio. Su padre jamás la mencionó. Isabel y Carlos iniciarán un viaje tras las pistas de unas esquelas que nunca dejaron de publicarse cada 15 de septiembre desde aquel verano de 1958 con el objetivo sacar a la luz un pasado cargado de celos, engaños y pasión, y que les llevará, casi sin querer, a replantearse sus propias vidas.

Jerez protagoniza y acoge el rodaje de la película 'El verano que vivimos'