viernes. 26.04.2024

El colista confirma la crisis del Sevilla

Un gol de Suso a falta de diez minutos rescató un empate que ahonda aún más en la crisis que asoma en Nervión tras sumar una victoria en seis encuentros

El Sevilla no pudo pasar del empate frente a un Espanyol que remontó el tanto inicial local e incluso se puso por delante en el marcador. Sin embargo, el empuje de los locales en el último tramo del partido permitió que rescatasen un quizá insuficiente punto en su lucha por recuperar los puestos de Champions League.

Momento en el que el VAR chequea la jugada del gol del Espanyol. Foto: Sevilla FC

Durante los primeros compases del partido, el Sevilla se intentó  guardar el balón, hacerlo suyo y comenzar a crear su juego con el centro del campo más repetido durante esta temporada: Fernando, Banega y Franco Vázquez.

Pese a la necesidad imperiosa de ganar para el Espanyol para no descolgarse de la lucha por la salvación, los de Lopetegui mostraron un puntito de chispa más que los ‘periquitos’ en los primeros minutos de una apetecible mañana de fútbol en Nervión.

Poco tardaría el Sevilla en dar la primera alegría de la mañana a su afición. A los 15 minutos de partido, Suso comenzó a deleitarnos  con la calidad que tantas alegrías promete. El gaditano, perfilado desde la banda derecha, colgó un balón colgado con mimo para la cabeza de un Lucas Ocampos, que remató en el segundo palo a placer, para la abrir la veda en el Sánchez Pizjuán.

Los de Abelardo apenas contaban con el balón en su poder, sin embargo, esto entraba dentro de los planes del técnico asturiano, que preparó a su equipo para estar lo más juntos posibles y salir rápido a la contra cuando el Sevilla cometiese algún error.

Pese al resultado en contra, la táctica le daba resultado a los visitantes que tuvieron dos claras ocasiones dentro del área pero no terminaron de definirlas. Fruto de aprovechar los errores sevillistas, el Espanyol dio un golpe sobre la mesa en el partido.

Tras la revisión del VAR, que entró en una jugada que no debería haber entrado, el colegiado Cordero Vega señaló una polémica falta justo en la frontal del área que Embarba se encargó de materializar tras un tiro raso al que Vaclik no pudo llegar.

La polémica decisión del colegiado desató el nerviosismo en el Sánchez Pizjuán, que comenzó a ver como su equipo había perdido las riendas del partido y estaba de nuevo empatado en el marcador.

Tras cuatro minutos de descuento, el descanso le llegó al Sevilla como agua de mayo. Desubicados en el último tramo de partido, los rojiblancos pedían a gritos una reorganización y un respiro psicológico ante una primera mitad venida a menos.

Lopetegui decidió mover sus fichas en el descanso, retirando a Franco Vázquez para dar entrada a Nolito. De esta manera, Suso retrasaría su posición, asentándose en el lugar del ‘Mudo’ para dejarle la banda izquierda al de Sanlúcar de Barrameda.

A pesar de las buenas intenciones de Lopetegui, el efecto de los cambios se volvió en contra del Sevilla. Contra todo pronóstico el colista se ponía por delante en el marcador, mediación de un Wu Lei que confirmaba la momentánea remontada visitante.

Tras el mazazo, el técnico local decidió seguir moviendo piezas. Esta vez Reguilón dejaría su sitio a Gudelj. Un cambio sorprendente y que movió la estructura del equipo, pasando a un dibujo con tres centrales, con Ocampos y Navas actuando como carrileros.

El Espanyol seguía haciendo daño en cualquier mínimo resquicio ante la blanda defensa sevillista, mientras que el Sevilla intentaba despertarse de un letargo que le estaba costando el partido. Pese a ello, esta situación dio un vuelco por completo en el minuto 69 tras la expulsión de Victor Sánchez por doble amarilla.

El Sevilla tenía 20 minutos para hacer buena su superioridad numérica y revertir el resultado en contra. Lo intentó Ocampos con una volea dentro del área que tapo Diego López, también Suso con un tiro desde la frontal pero la suerte no estaba de lado de los de Nervión.

A falta de 10 minutos, Suso, que fue el mejor del partido, puso el empate en el marcador con su clásica jugada. El gaditano caracoleó en el borde del área y se sacó un disparo imparable al primer palo que levantó los ánimos del Pizjuán en la recta final del partido.

Los últimos minutos fueron un auténtico acoso y derribo del Sevilla. Los locales, venidos arriba en el tramo final del partido y con un Suso que asumió todas las responsabilidades, continuaron intentando la remontada pero la balanza no se decantó para ningún lado y el colista terminó rascando un punto del Sánchez Pizjuán.

El colista confirma la crisis del Sevilla