jueves. 25.04.2024

La ciencia ofrece nuevos datos sobre la enfermedad transmitida por las garrapatas

La enfermedad de Lyme, también conocida como 'Borreliosis', es una infección bacteriana que se contrae por la picadura de este insecto

La enfermedad de Lyme, también conocida como 'Borreliosis', es una infección bacteriana que se contrae por la picadura de una garrapata infectada. Aunque es poco frecuente en España, si no se trata a tiempo puede extenderse a las articulaciones, al corazón, y al sistema nervioso.

Al principio, esta enfermedad causa síntomas como un sarpullido en la piel, fiebre, o dolor de cabeza y fatiga, que pueden confundirse por ejemplo con la gripe. No obstante, el tratamiento inmediato puede ayudar al infectado a recuperarse rápidamente. Según asegura la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), es la enfermedad transmitida por garrapatas más prevalente en Estados Unidos y Europa, y es difícil evitarla si uno vive en una zona donde abundan estos insectos.

Esta sociedad científica española señala que la enfermedad es difícil de sospechar, pues se inicia con fiebre, dolores corporales o de cabeza, así como rigidez de cuello y cansancio, por lo que puede confundirse con otras muchas, y es raro que notemos la picadura de la garrapata.

"En Norteamérica o en las zonas montañosas es más frecuente, y los sanitarios pueden estar allí alerta. Las pruebas de laboratorio no siempre entregan una respuesta clara hasta que se tenga la infección por un par de semanas. Cuando se diagnostica, los antibióticos pueden curar la mayor parte de los casos de Lyme. Cuanto antes comience el tratamiento, más rápida y completa será la recuperación", asegura.

Por su parte, el doctor Jesús Recio Iglesias, experto en Medicina Interna del Hospital Quironsalud Valencia, relata que la enfermedad de Lyme se trata de una zoonosis, es decir, una enfermedad que la transmiten los animales, que actúan como reservorios, a los hombres (huésped casual que no transmite la enfermedad).

"Es una infección bacteriana producida por una bacteria llamada Borrelia burgdoferi. Su nombre se debe a que fue en la ciudad de Lyme en Conneticut (Estados Unidos de América) donde se diagnosticó el primer brote en 1976", precisa el también miembro de la SEMI.

En concreto, cita que esta infección se contrae por la mordedura de una garrapata infectada (Ixodes) que debe permanecer al menos 24 horas en el cuerpo humano para transmitir la infección. Al mismo tiempo, recuerda que los reservorios de estas garrapatas son ratones, ciervos, ovejas, cabras, vacas, entre otros. Además, subraya que se transmite con mayor frecuencia durante la primavera y el verano.

Es una enfermedad poco frecuente en España, según reconoce el doctor Recio Iglesias, y se estima que se producen 0,25 casos por 100.000 habitantes y año, según puntualiza. La mayoría de infecciones se contraen en la mitad norte y en relación con el medio rural y el contacto con animales.

"Los síntomas iniciales de la enfermedad son muy sutiles y si no se diagnostica en fases iniciales pueden aparecer con el paso de los meses y años síntomas en diferentes partes del organismo. Con respecto a la sintomatología, clásicamente la fase inicial tras la mordedura consiste en síntomas parecidos a un cuadro gripal (cansancio, malestar, fiebre, dolores musculares)", menciona.

Un mes después de la mordedura (en muchas ocasiones el enfermo ni la recuerda) dice que aparece una mancha roja en forma de rosquilla (más clara por el centro). "Aunque éste es el signo clásico de la enfermedad (eritema migratorio), sólo aparece en el 60% de los enfermos", apostilla el especialista de Quirónsalud Valencia.

Días o meses después del eritema pueden surgir las manifestaciones de la diseminación de la infección. "Si no se trata pueden aparecer manifestaciones neurológicas (meninigitis, parálisis facial o de otros pares craneales y afectación de los nervios periféricos).

Si afecta al corazón puede ser la causa de trastornos del ritmo cardíaco (bloqueos cardíacos), y de inflamación del pericardio (membrana que recubre el corazón). Son manifestaciones poco frecuentes y habitualmente transitorias", aclara el experto en Medicina Interna.

También sostiene que puede afectar a las articulaciones, afectando sobre todo a la rodilla en forma de hinchazón y dolor. "Si no se trata la enfermedad pueden aparecer meses o años después síntomas de afectación del sistema nervioso central con dificultades para hablar, pérdida de memoria, depresión y dificultades para la marcha (encefalomielitis progresiva)", agrega el miembro de la Sociedad Española de Medicina Interna.

El diagnóstico es fácil si se piensa en ella y se recuerda el antecedente de mordedura por garrapata, advierte el experto, si bien el diagnóstico se realiza mediante un análisis de sangre (serologías) que detecta anticuerpos contra estas bacterias.

El tratamiento consiste en la administración de diferentes antibióticos (doxiciclina, o ceftriaxona) dependiendo de la fase de la enfermedad y durante un periodo de tiempo no inferior a 4 semanas.

"Si se trata en fases iniciales el pronóstico es bueno. Como prevención se recomienda salir al campo con ropa clara para identificar fácilmente a la garrapata y pantalón largo metido por el calcetín. Pueden usarse repelentes en la ropa o en la piel. Si se produce la mordedura y se identifica la garrapata adherida se debe intentar sacar lo antes posible con unas pinzas con una tracción constante y suave para que se extraiga en su totalidad", afirma el doctor Recio Iglesias.

La ciencia ofrece nuevos datos sobre la enfermedad transmitida por las garrapatas