sábado. 20.04.2024

Inaudito. La necesidad agudiza el ingenio. Pero no siempre de manera acertada. Cristian Ponce, natural de Argentina, se acercó a la casa de unos vecinos, de unos vecinos muy conocidos, y robó a su caniche, llamado Lulú.

Los dueños enseguida denunciaron la desaparición del animal. Hicieron lo correcto. Les resultó extraño –demasiado extraño- que Lulú se perdiera así como así. Los agentes lo encontraron en una calle cercana, con el joven, que intentaba huir. Procuraba escaparse…

Pero fue alcanzado en su fallida huida. Fue interrogado a pie de calle. El porqué lo había hecho. Por qué había robado –o había procurado robar- el perro de los vecinos. Ponce respondió al instante: su novia quería un perro “de este tipo” pero él no tenía dinero para comprárselo.

Por esta razón –sólo por esta razón- decidió robarlo y dárselo a su chica el día de San Valentín: “No quería verla con las manos vacías el día de los enamorados”. Los policías entregaron la perrita a sus dueños, sana y salva, y detuvieron al joven.

Roba un perro a sus vecinos para regalárselo a su novia por San Valentín