Operan a una mujer sin anestesia: "Estaba agonizando y nadie me hacía caso"
Un error médico acabo con la paciente con un terrible dolor y traumas posteriores a la operación
Una experiencia terrorífica. Espeluznante. Para olvidar. Para borrar de la mente. El Hospital Yeovil en Reino Unido ha reconocido haber operado a una paciente sin anestesia por un error médico, provocándole un terrible dolor y traumas posteriores. Un dolor indescriptible. Un dolor sin parangón. Un dolor inaguantable.
Todo partió de una situación de lo más normal. La paciente, una joven de 30 años, fue ingresada en este hospital porque tenía que someterse a un procedimiento ginecológico. Nada fuera de lo habitual. Pero sucedió lo peor. El día de la operación, los médicos se equivocaron al anestesiar a la mujer: le pusieron anestesia espinal en vez de general. Para echarse las manos a la cabeza.
¿Cómo pudo suceder una negligencia de tal envergadura? Cuando la intervención comenzó, la mujer notó cómo el cirujano le cortaba el ombligo y empezó a gritar. A gritar desesperadamente. Un grito que en sí mismo desgarraba. No obstante, "como tenía una máscara de oxígeno y una cortina de separación, nadie me hacía caso" ha dicho la paciente.
Después, le introdujeron un laparaoscopio en el abdomen y le hincharon el vientre con gas. "Estaba agonizando", ha explicado. Un guión de película de terror no hubiese llegado a tanto. En un determinado momento hubo un aumento de la presión arterial, pero los médicos continuaron con el procedimiento.
Desde entonces la joven ha quedado en shock. La mujer tiene pesadillas desde la intervención y también ha perdido la confianza en los médicos. "Tengo imágenes sobre una mesa con gente mirándome y sin escuchar mis gritos" explica. Los psicólogos la han diagnosticado con estrés postraumático. Jamás pudo imaginar que pasaría por este calvario.
El hospital ha reconocido los hechos y ha pedido perdón a la mujer, atribuyendo la equivocación a un error de comunicación a la hora de escoger lo anestesia. A pesar de eso, ha querido destacar que nunca había pasado un caso similar en todos los años que el centro lleva funcionando. La excepción no exime la culpa. Ni mucho menos.
