jueves. 28.03.2024
Beautiful day to have a meal together
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El confinamiento ha hecho que se coma de una forma más saludable

La encuesta tuvo una buena acogida y fue contestada por un total de 7.514 participantes de todo el territorio nacional

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Granada (UGR) y publicado en la revista 'Nutrients' señala que, contra todo pronóstico, el confinamiento debido a covid-19 ha hecho que los españoles coman de una forma más saludable, y vuelvan a poner la dieta mediterránea en sus mesas.

Para llevar a cabo el proyecto COVIDiet, los investigadores, pertenecientes al grupo de investigación Alimentación, Nutrición y Salud del departamento de Nutrición y Bromatología de la UGR, lanzaron una encuesta 'online' el 20 de marzo (una semana después de la declaración del estado de alarma) destinada a la población adulta española.

La encuesta tuvo una buena acogida y fue contestada por un total de 7.514 participantes de todo el territorio nacional, de los que en su mayoría (el 70 por ciento) fueron mujeres, personas mayores de 35 años y con estudios superiores.

Los resultados del estudio muestran cómo la adherencia a la Dieta Mediterránea se incrementó de manera global durante el confinamiento. La dieta mediterránea está considerada como patrón de dieta saludable en la que destaca la presencia de aceite de oliva, frutas, verduras, nueces, vino tinto y pescado. Sorprendentemente, este cambio fue mayor en los participantes más jóvenes (18 a 35 años). Esta mejora se asoció con un menor consumo de repostería, carnes rojas y bebidas edulcoradas o carbonatadas y un mayor consumo de vegetales, frutas y aceite de oliva durante el confinamiento comparado con su ingesta habitual.

Destaca también el hecho de que, según ha informado la UGR en una nota, algo más de la mitad de los participantes (57,3 por ciento) declararon haber disminuido la ingesta de alcohol, aunque también su actividad física (59,6 por ciento).

Además, durante las primeras etapas del confinamiento, la mayoría de los participantes afirmaron no haber experimentado cambios en la frecuencia del cocinado o en el consumo de aperitivos y comida rápida, y el 63,7 por ciento de los participantes declararon no estar comiendo más durante el confinamiento.

Hay que señalar también que, a pesar de la falta de suministros de alimentos al inicio del confinamiento, tan solo un 28 por ciento de los participantes experimentó alguna dificultad a la hora de encontrar algunos alimentos, siendo la carne (23,83 por ciento), las verduras (13,8 por ciento) y el pescado (12,1 por ciento) los mayoritarios.

COVIDiet es un proyecto con proyección internacional, liderado por la investigadora Celia Rodríguez Pérez, del departamento de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Granada, en el que han participado investigadores de prestigio de 16 países: España, Portugal, Italia, Irlanda, Grecia, Croacia, Dinamarca, Bosnia y Herzegovina, Macedonia, Polonia, Serbia, Eslovenia, Montenegro, Alemania y Turquía.

Tras evaluar el comportamiento alimentario de parte de la población española durante el confinamiento, el siguiente paso del proyecto COVIDiet es conocer y comparar de qué manera el confinamiento debido al COVID-19 ha influido en el comportamiento alimentario de la población de los diferentes países implicados en el estudio.

"Aunque la adherencia a la dieta mediterránea durante en confinamiento ha aumentado, lo españoles estamos todavía lejos de llevar una buena alimentación en cuanto a dieta mediterránea se refiere. Por ello, debemos mantener los comportamientos saludables adquiridos durante este período para lograr que se conviertan en hábitos. Sólo así podremos conseguir un estado de salud óptimo que tenga un impacto positivo en la prevención de enfermedades crónicas, así como en las complicaciones derivadas del covid-19", señalan los autores.

El confinamiento ha hecho que se coma de una forma más saludable