miércoles. 24.04.2024

Y Jerez pintó luces de Navidad para la Madre de Dios

Triunfal regreso a su barrio de la Virgen de la Concepción Coronada

En esta ocasión no fue necesario mirar al cielo. Por aquello de la cuestión  meteorológica. La ración de incertidumbre ya la despacharon de sobras los cofrades de las Viñas hace una semana. Cuando los aguaceros ponían en peligro el entonces incierto traslado a la Santa Iglesia Catedral. Pero la Virgen quiso que todo saliese a pedir de boca. Y hubo procesión con el esplendor que la realeza de María siempre requiere.

Durante la semana, y ya en el primer templo jerezano, la Hermandad que preside Lolo Tristán ha venido celebrando un Triduo excepcional, con predicadores de máximo nivel: cardenal Lluis Martínez Sistach, Arzobispo Emérito de Barcelona; Cardenal Fray Carlos Amigo Vallejo, Arzobispo Emérito de Sevilla y Manuel Ureña Pastor, arzobispo Emérito de Zaragoza. Como es costumbre, la Coral San Pedro Nolasco ha amenizado musicalmente de manera exquisita.

En este domingo de la Inmaculada la ciudad había amanecido con olor a pureza. Todas las miradas estaban proyectadas a la festividad mariana de la jornada. Los actos religiosos se sucedieron. Se sucedían. La Navidad y el ambiente cofrade unían sus perspectivas. Jerez en diciembre. No hay más. A la hora prevista para la procesión de vuelta ya había notable asistencia de público alrededor de la Santa Iglesia Catedral. La satisfacción en el rostro de los hermanos de la Exaltación era un contagio extensible, extensivo.

De nuevo la comitiva formada. Con niños. Con los veteranos de la cofradía satisfechos por haber podido experimentar la gracia de este acontecimiento. No era el mismo ambiente de la tarde de cualquier Viernes Santo, aunque la devoción y el amor por la Madre sí coincidían al cien por cien. Alguien decía que era Viernes Santo en diciembre. Todo un año esperando, desde la Vid, estas jornadas históricas para la Hermandad. Todo un año y ya se encontraban integrando el cortejo de regreso a casa…

Y todo un itinerario por delante: la Hermandad había decidido con buen criterio pasar por el centro de la ciudad, con dos templos como referente: San Pedro y los Desamparados. ¡Qué no singular emoción sentiría Isaac Núñez al observar también frente a frente a su Virgen de la Paz en su Mayor Aflicción! Jerez se hace María aún más si cabe en esta jornada de la Purísima. Mucho público en la calle. Siempre alrededor del paso de palio. Si la Madre de Dios sale a la calle, hay que acompañarla con el mayor de los júbilos.

Un paso de palio bajo las luces de Navidad: expresión genuina -expresión de amor- de esta bendita tierra. En la Cruz de Guía iba la Agrupación Musical La Sentencia, quien estrenó marcha dedicada a la Hermandad: ‘La Exaltación’. El estreno tuvo lugar en calle Larga a la altura del Gallo Azul. Tras el paso de palio de María Santísima de la Concepción Coronada, la Sociedad Filarmónica Nuestra Señora de la Oliva (Salteras), Sevilla.

María Santísima de la Concepción Coronada, obra de Manuel Prieto, vestía una saya de estreno, de terciopelo color jacinto bordada en oro por los Talleres Santa Clara, de Sevilla. También estrenaba tocado de encaje duquesa, con centros de punto de aguja del siglo XIX, regalo de la Junta de Gobierno.

Portó a su vez la medalla de oro de la ciudad, concedida por el Excelentísimo Ayuntamiento de Jerez, coincidiendo con su Coronación Canónica en 2004. El manto de salida, azul marino bordado en oro por los Talleres de Carrasquilla. Entre los diferentes rosarios, también el que fue regalado por S.S. el Papa San Juan Pablo II, con motivo de su Coronación Canónica.

Y la apoteosis de la llegada a su barrio. Ya la echaban de menos en la Vid. Cómo no hacerlo. Histórica procesión triunfal de regreso a su templo de la Hermandad de la Exaltación. Muchísimo trabajo a las espaldas de estos cofrades que lo han dado todo por el mayor esplendor de la doble conmemoración que el calendario marcaba. Un sueño cumplido. Un objetivo alcanzado con creces. Un suspiro cofrade. Un respiro unánime. Un Ave María para los cielos de Jerez.

Y Jerez pintó luces de Navidad para la Madre de Dios