Orando desde San Severiano hasta la Catedral
La hermandad de la Oración en el Huerto fue la primera en llegar al centro desde extramuros
En el huerto de los olivos, Jesucristo se dispone a orar con la aflicción de quien sabe lo que ha de pasar y dirige su plegaria al Padre, a quien deja la última palabra sobre su futuro inmediato, aunque ya conocido.
La cofradía de la Oración en el Huerto siempre ha contado entre los cofrades gaditanos con la peculiaridad de ser la primera hermandad que hacía su salida procesional desde más allá de Puertas de Tierra.
Una corporación penitencial que nació a mediados del siglo pasado y que ha ido evolucionando de forma espectacular a pesar a las numerosas vicisitudes que ha tenido que ir sorteando a lo largo de su historia.
La más grave, sin duda, el no disponer de una capilla para salir desde San Severiano hasta el año 1984, ya que las puertas del propio templo son de reducidas dimensiones y hacían imposible poner en marcha el cortejo.
La salida en Bahía Blanca es el punto de partida a la gran noche gaditana. Después, el Señor y su Madre se adentran en Santa María, donde los gaditanos se desviven por ver de cerca a Jesús orando y al verde palio de Nuestra Señora de Gracia y Esperanza.
La vuelta a casa por la plaza de San Juan de Dios y Plocia reúne a una de las grandes multitudes de la Madrugada. Entonces toca esperar otros 365 días para verla pasear con la elegancia por las estrechas calles del centro.
Historia
La cofradía tiene su origen en el colegio de la Mirandilla, donde un grupo de jóvenes deciden crear una hermandad. Así, el 25 de mayo de 1955 se crea la junta organizadora del culto a Nuestro Padre Jesús de la Oración en el Huerto, estableciéndose en la Iglesia Parroquial de San José.
Posteriormente, se traslada a la capilla del Beato Diego, ya que por diversas circunstancias no podía continuar en la anterior Parroquia. En 1958 es erigida ya como cofradía por decreto del Obispo Tomás Gutiérrez. En febrero 1959 fija su residencia canónica definitiva en la Parroquia de San Severiano (estando ésta todavía en construcción) en los extramuros de la ciudad, desde la que salen sus Titulares en Vía Crucis por las calle de la feligresía. En 1961 realiza ya su recorrido por la carrera oficial.
Debido a las dificultades para salir por la puerta principal de su templo, la Cofradía organiza durante varios años su salida procesional desde otras iglesias gaditanas. Todo ello se soluciona al realizar en 1983 anexa a la Parroquia de San Severiano una capilla desde la cual inicia su recorrido penitencial cada Jueves Santo.
Imágenes
En 1989 se realiza la imagen del Señor, obra del imaginero sevillano Manuel Ramos Corona, quien en 1991 ejecuta la talla del Ángel, obras que sustituyen a las anteriores de Miguel Láinez Capote (imagen del Señor que fue bendecida el 19 de marzo de 1958); ambas imágenes son restauradas en 2020. Para finalizar el misterio se realizan las imágenes de los tres apóstoles "dormilones" (San Pedro, San Juan y Santiago) en 1995, obras de Luis González Rey.
Al constituirse la junta organizadora de la cofradía en la parroquia de San José se elige por cotitular a una espléndida dolorosa, advocada de los Dolores, que se veneraba en esta Iglesia; dicha imagen recibiría la nueva advocación de Gracia y Esperanza; sin embargo, debido al traslado a la capilla del Beato Diego, la Cofradía no podrá contar esta talla, teniendo que encargar una nueva al escultor Miguel Láinez Capote. Esta antiquísima dolorosa de San José era obra anónima del segundo tercio del siglo XVIII, y fue policromada por Francisco María Mortola, en Cádiz, quien entrega la imagen el 4 de enero de 1760 (según revela un documento encontrado en la cabeza de esta talla); era de extraordinaria factura y mirada a lo alto. En 1965, la Parroquia de San José sufre un incendio fortuito en el que perece esta dolorosa.
Una imagen de Manuel Ramos Corona sustituyó, en 1990, a la dolorosa de Láinez. La actual talla de Nuestra Señora de Gracia y Esperanza la realiza el imaginero gaditano Luis González Rey, que es bendecida en diciembre de 1996, procesionando por primera vez en la Semana Santa del año siguiente. Además, la cofradía también cuenta para su altar de cultos con una imagen de San Juan Apóstol, realizada por Luis González Rey, que se bendice en la Pascua de 1998.
