viernes. 26.04.2024

Salud y esperanza en tiempos de pandemia

Hablar de la cofradía de las Cigarreras es, pese al tiempo transcurrido, hacerlo de la antigua Fábrica de Tabacos

Jesús recibe el escarnio del pueblo que lo considera un farsante. Los soldados se dedican a saludarle como si fuese un rey, aunque acaban de azotarlo como al más vil esclavo de aquellos tiempos.

Hablar de la cofradía de las Cigarreras es, pese al tiempo transcurrido, hacerlo de la antigua Fábrica de Tabacos. La unión que han mantenido ambas se deja sentir hoy en día a pesar de que el enorme edificio sea ocupado ahora por el Palacio de Congresos.

Las Cigarreras es dentro de la Semana Santa de Cádiz uno de esos grandes "movimientos litúrgicos" que llenan de fe y devoción a un pueblo cuando sus titulares desfilan el Miércoles Santo por las calles de Cádiz.

Estar presente en una de las recogidas de Cigarreras resulta una de esas citas que el cofrade gaditano no se quiere perder nunca. Ya en la madrugada de la gran noche nazarena del Jueves Santo, el Compás de Santo Domingo revienta en fervores, vítores y saetas a sus imágenes.

Y es que así lo dice la historia. Por donde pasa el Cristo y la Virgen de la hermandad de las Cigarreras se escapa una saeta, un aplauso, una lágrima por ese milagro concedido y miles de agradecimientos convertidos en oración cantada.

Salud y esperanza, dos advocaciones recurrentes en tiempos de pandemia, dos forma de entender y sentir el Miércoles Santo gaditano, dos verdaderos referentes devocionales de a Pasión junto al mar de Cádiz.

Historia

La documentación existente fecha a la Cofradía en 1912; sin embargo, se le reconoce como existente en el siglo XVIII. Debido a la vecindad que existía con la antigua Fábrica de Tabacos, edificio que alberga hoy al Palacio de Congresos y Exposiciones, su personal se integró en la nómina de hermanos de la cofradía, siendo conocida como las Cigarreras; estos lazos perduran hoy día pese al traslado de la Fábrica.

Imágenes 

La talla de Nuestro Padre Jesús de la Salud representa el momento pasional de, que una vez coronado de espinas, Cristo es burlado por los soldados romanos y sayones judíos. La imagen del Señor, sedente, coronado de espinas y con la caña en las manos está atribuida a Francisco de Villegas, fechada entre 1624 y 1652. Posteriormente ha sido restaurada entre otros por Miguel Láinez Capote y, la última, por Bonilla en 1991.

El misterio lo completan dos soldados romanos, situados tras el Señor, y un sayón judío arrodillado que se burla de Él, obras de Pérez Eslava retocadas por Bonilla, que se incorporan al misterio en 1994. En 1947 el misterio ya procesionó con cuatro imágenes de Láinez, sin embargo la distinta proporción de entre las tallas hizo que sólo saliesen ese año.

https://www.youtube.com/watch?v=9wyipjH-VBU

La imagen de María Santísima de la Esperanza es obra del escultor e imaginero sevillano Luis Álvarez Duarte, quien ejecuta la talla en 2005, siendo bendecida el 12 de marzo de ese mismo año. La antigua Virgen de la Esperanza fue tallada por el imaginero gaditano Miguel Láinez Capote en 1958, aunque desafortunadamente fue sustituida por una de Bonilla tras una restauración fallida, en 1992.

Salud y esperanza en tiempos de pandemia