jueves. 28.03.2024

La historia de Basti y el Cristo de los Gitanos

El exdelantero malaguista tuvo el honor de llevar sobre su hombro al trono de Nuestro Padre Jesús de la Columna en un tirón

Basti es uno de los ídolos por derecho del malaguismo. Malagueño, nacido y criado en la barriada de El Palo, se ganó la admiración de la afición a base de goles y buen humor durante muchos años en la historia del Málaga CF . Un héroe que trasciende del terreno de juego, un referente intergeneracional.

Súper Basti, Van Basti o Basti gol -tenía varios sobrenombres- también es un hombre de fe. Siempre fiel a sus raíces, es profundamente devoto de la Virgen del Carmen de su barrio natal y del Cristo de los Gitanos.

Esta imagen de Jesús es el titular de la Cofradía de la Columna, conocida en el argot como la de Gitanos, y es una de las más populares de la ciudad. Los lunes santos, el Moreno, que es como se le conoce entre sus fieles, recorre las calles de Málaga envuelto de un halo especial que le dota su vinculación con el pueblo calé.

Una multitud le sigue con una penitencia diferente a todas las demás, cantando y bailando en su honor en una explosión de música, pasión y color.

Basti y su familia le han acompañado durante muchos años y, hasta el momento, no ha dejado de hacerlo. Ni siquiera cuando era profesional del fútbol y tuvo que salir de Málaga.

Recuerda con cariño la vez en la que pudo portar sobre su hombro, en un tramo corto de la parte final del recorrido, el varal del trono del Moreno: “Llegué desde Albacete, era el día de descanso, y fui expresamente a verle. Llegué justo al acto de la Plaza de la Merced, donde los tronos del Cristo y de la Virgen se encuentran antes del encierro. Allí vi a mi amigo Fernando Palma (actual mayordomo y vestidor del Cristo) y me metió en el varal para dar un tirón. Fue algo muy emocionante para mí, increíble”, confiesa el propio Basti.

El antes referido Fernando Palma, que también es teniente de Hermano Mayor, lo confirma: “Basti siempre ha tenido mucha fe en el Moreno y es un orgullo para la Cofradía tenerlo con nosotros, es un gran embajador. Lo conocemos desde hace muchos años y siempre ha estado al lado de nosotros, incluso cuando jugaba fuera de Málaga. Un año lo vi en la Plaza de la Merced, ya casi al final del recorrido, y lo metí a dar un pequeño tirón. Fue muy emocionante, su cara lo decía todo”.

Basti, como todos los malagueños cofrades vive este año una Semana Santa diferente, pero con la misma pasión de siempre. Esperando a que llegue ya el próximo Lunes Santo.

La historia de Basti y el Cristo de los Gitanos