jueves. 18.04.2024

La reina Isabel II vive con preocupación el delicado estado de salud por el que atraviesa su marido, el príncipe Felipe. El pasado 16 ingresó en el Hospital Rey Eduardo VII donde de nuevo ha tenido que ser trasladado tras someterse a una cirugía de corazón. Según han indicado fuentes oficiales, recogidas por elMIRA.es deberá permanecer ingresado durante varios días más.

En un comunicado, el Palacio de Buckingham ha señalado que, después de someterse "con éxito" a la operación en el Hospital St. Bartholomew, se le ha trasladado de nuevo durante la mañana al Rey Eduardo VII, también en Londres. "Se espera que el duque de Edimburgo permanezca en el hospital para continuar el tratamiento durante varios días", ha precisado el texto.

El marido de la reina Isabel II fue trasladado al St. Bartholomew por una dolencia cardiaca previa. Felipe, que cumplirá 100 años en junio, ingresó por "precaución" después de que "se sintiese mal". Considerado el consorte en activo más longevo de la historia de la familia real británica, anunció su retirada de la vida pública en 2017.

Y precisamente, en lo que a temas de salud se refiere, la propia Isabel II que siempre ha evitado siempre pronunciarse sobre los asuntos que le afectan tanto a ella como a los diferentes miembros de la familia real británica, ha realizado un discurso en favor de la vacunación contra el coronavirus. A sus 94 años recibió la primera dosis de la vacuna el pasado 9 de enero junto a su marido. Desde entonces, la monarca asegura que se siente protegida y asegura que es «egoísta» no querer recibirla.

Refugiada en sus perros

Mientras tanto, la reina Isabel II, según confirmó el periódico The Sun, ha adquirido dos perro de la raza corgis, la favorita de la monarca; y de los cuales ya ha tenido varios durante años atrás. Estos cachorros estarían ayudando a la soberana de 94 años a sobrellevar los días a la espera de conocer nuevas noticias sobre el estado de salud de su marido. Todos ellos están reunidos en el castillo de Windsor, al oeste de Londres, donde está aislada desde hace casi un año debido a la pandemia de coronavirus.

Durante décadas, Isabel II crio varias generaciones de estos animales, pero el último de estos perros falleció en el año 2018. "Aportan mucho ruido y energía al castillo mientras Felipe está en el hospital", aseguraba en declaraciones recogidas por el mencionado diario.

Agenda institucional

Desde casa, la reina Isabel II ha continuado con su agenda institucional. En uno de sus últimos actos, a través de una videollamada, ha inaugurado una estatua de sí misma en Australia. Este acto tuvo lugar el pasado miércoles 24 de febrero, aunque el palacio de Buckingham decidió compartirlo públicamente a través de su cuenta oficial de Instagram el mismo día que el duque de Edimburgo era trasladado de centro médico.

A ello además hay que añadir que se trata de su primera videollamada a un país como Australia desde que comenzó la pandemia hace ya un año. Además otro histórico para ella es que, a sus 94 años, la soberana ha inaugurado su primera estatua de forma virtual. Todo ello demuestra no solo su implicación con sus obligaciones pese a su avanzada edad sino también que quiere mantener activa su agenda con el resto de instituciones.

"Se ha instalado una nueva estatua de la Reina del escultor Robert Hannaford AM (miembro de la Orden de Australia) en la Casa de Gobierno de Adelaida, Australia del Sur. Su Majestad, virtualmente, develó la estatua durante una reunión por vídeo a principios de la semana pasada con el Gobernador de Australia del Sur, Hieu Van Le y el primer ministro", reza el mensaje publicado en Instagram. Isabel II también recibió una actualización sobre la respuesta Covid-19 de la región y el levantamiento de las restricciones en Australia del Sur.

La reina Isabel II, pendiente del delicado estado de salud de su marido