viernes. 19.04.2024

Los expertos no se cansan de repetirlo: hay que evitar al máximo nuestros contactos y nuestras reuniones; aunque sean con nuestra familia o nuestros amigos. El riesgo de contraer Coronavirus se incrementa aún más en lugares cerrados y con gran afluencia. De hecho en las últimas horas se ha conocido que un hombre muere de 40 años muere tras una reunión familiar.

Aunque de esto eran plenamente conscientes Núria y Marcel, un matrimonio de Cataluña, la falta de protección provocó que esta familia viviese en sus propias carnes la tragedia del Coronavirus. La pareja acudía un día a la semana a casa de los padres de ella a comer, una tradición que ni la pandemia pudo con ella.

Allí era en el único lugar donde ambos se quitaban la mascarilla, ajenos al riesgo que estaban cometiendo. A principios de octubre saltó la primera señal de alarma: el padre de Núria tenía fiebre. Ese mismo día al regresar del trabajo, esta catalana vio como la situación empeoraba: su marido también tenía fiebre y al poco, ella también. Solo faltaba por confirmar su madre, que también confirmó que superaba los 37 grados.

Contagiados por Coronavirus

Todos se habían contagiado de Coronavirus. En solo dos semanas, toda la familia estaba en el hospital. El matrimonio fue directo a la UCI del hospital de Figueres y el padre de Núria a la Clínica del Remei, donde necesitó respiración mecánica.

Tras el susto, parecía que llegaban las buenas noticias. Núria y su madre pudieron ser dadas de alta. Su padre, a sus 76 años, también consiguió el alta tras 45 días ingresado. Pero lo peor aún estaba por llegar: Marcel, de 54 años, fue trasladado a la UCI del Hospital de Bellvitge con graves complicaciones. Dos días después, el 27 de noviembre, se confirmaba la peor de las noticias: Marcel muere. Su familia ha querido compartir su historia, recogida por El Caso, para concienciar de los peligros de las reuniones familiares, sobre todo ahora que se acerca la Navidad.

Reuniones familiares en Andalucía

El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía acordaba recientemente reducir de diez a seis el número máximo de personas que pueden participar en una reunión familiar siempre que éstas no sean convivientes habituales dentro de un mismo domicilio, para evitar el aumento de casos de contagio de la Covid-19.

Así lo han anunciado el consejero de la Presidencia, Administración Pública e Interior y portavoz del Gobierno andaluzElías Bendodo, y el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, en la rueda de prensa posterior a la habitual reunión semanal del Ejecutivo autonómico.

El 80% de los nuevos casos se da en reuniones familiares o de amigos

El consejero portavoz ha justificado la adopción de esta medida restrictiva en que los datos actuales indican que «el 80% de los nuevos contagios» de coronavirus se producen actualmente «en el hogar y el ámbito familiar, en reuniones de amigos y familiares», de ahí que se haya decidido reducir de diez a seis el número máximo de personas que puedan participar en una reunión familiar.

Además, tanto Bendodo como Aguirre han confirmado que desde la Junta «no se descarta ampliar esa decisión a otros ámbitos» como el de la hostelería. Si bien por el momento, no se aplicará esa restricción en dicho sector, como también se mantienen por ahora sin cambios las limitaciones ya impuestas para la celebración de eventos como bodas, primeras comuniones o bautizos.

El consejero de Salud ha querido dejar claro que, cuando se llegue a una «fase de estabilización o de bajada» de nuevos casos positivos, «seremos mucho más laxos en las medidas restrictivas» adoptadas ahora por la Junta, pero ha justificado las acordadas este martes para evitar una proliferación de contagios.

Muere un hombre de 40 años tras una reunión familiar