Sin embargo, otros expertos han expresado su escepticismo sobre esta investigación. Un ejemplo de ello es François Balloux, director del UCL Genetics Institute de Londres, quien considera que las pruebas obtenidas de la Ciudad Condal se pueden deber a una contaminación de las muestras.
“Conocer el origen del virus es muy, muy importante”, explicó Tedros Adhanom, director general de la OMS, cuando anunció el viaje el lunes. “Podemos combatirla covid-19 mejor cuando sepamos todo sobre él, incluyendo cómo comenzó”, agregó en una rueda de prensa virtual.
Por su parte, los funcionarios del régimen comunista, que ha tratado repetidamente de desviar la responsabilidad, insisten en que cualquier investigación sobre cómo y dónde comenzó la pandemia no debe limitarse a un solo país. Lo cierto es que otros análisis detectaron casos de coronavirus el 17 de noviembre 2019 en el este de Francia. Y, según el Instituto Superior de la Salud italiano, el virus ya estaba presente en las aguas residuales de las ciudades de Milán y Turín, norte de Italia, en diciembre de 2019.
En ese sentido, Zeng Guang, epidemiólogo jefe del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades, ha indicado que "la identificación de la fuente del coronavirus debe basarse en negociaciones e involucrar a múltiples países. No importa con qué país comience el trabajo de identificación científica, siempre que involucre a todos los países relacionados y se realice de manera justa".