viernes. 29.03.2024

Los vigilantes de seguridad: "Somos los grandes olvidados"

"Somos muchos vigilantes que nos hemos comprado o fabricado de forma casera las mascarillas, guantes o soluciones desinfectantes"

Desde el Sindicato Profesional de Vigilantes denuncian que tras 20 días desde que se estableció el estado de alarmas muchas empresas aun no les han facilitado equipos de protección pese al riesgo al que están expuestos en muchos casos, mientras la inspección de trabajo guarda silencio.

Si tiene que acudir a un centro de salud o al servicio de urgencias de cualquier hospital, encontrará a un vigilante de seguridad en la puerta. También lo verá en el supermercado al que acude a comprar para garantizar que se cumple la distancia mínima entre las personas a fin de dificultar los contagios e informarle de las nuevas normas del establecimiento, uso de geles, guantes, etc, y no faltarán en las estaciones de tren, en los furgones blindados garantizando el suministro de dinero en bancos y cajeros automáticos, así como también en correos, prisiones, puertos, aeropuertos, universidad, fábricas y así un largo rosario de centros de trabajo que dan empleo a dos mil personas en la provincia de Cádiz.

«Estamos en primera fila y a intemperie»

El Sindicato mayoritario en la provincia de Cádiz se lamenta que, al igual que ha ocurrido con los policías y guardias civiles, a los vigilantes de seguridad no se les haya incluido en el colectivo de alto riesgo, por contagio de coronavirus.

"Somos muchos vigilantes que nos hemos comprado o fabricado de forma casera las mascarillas, guantes o soluciones desinfectantes preparadas por nosotros mismos, mirando por nuestra seguridad y la de nuestras familias que nos esperan en casa expuestas a nuestra vuelta a casa".

Desde antes de que se declarara el estado de alarma se han venido solicitando por escrito y de ello se ha dado traslado a la inspección de trabajo, pero de momento siguen guardando silencio y no responden a nuestras denuncias en demandas de EPIS.

El colectivo está demostrando su profesionalidad y compromiso social en un momento difícil pese a las condiciones en la que desarrollan su trabajo, a pesar de que cobra un sueldo de 1.000 euros al mes y ahora encima las empresas están presentando ERTES masivos, como medidas paliativas frente a los efectos ocasionado por el cierre de cientos de comercios ante el estado de alarma, peligra su salud y ahora también su empleo, sin embargo, siguen ahí con temple protegiéndonos mientras él se encuentra al intemperie.

Desde el Sindicato SPV, pedimos un aplauso para los vigilantes de seguridad, que pasaran a la historia del coronavirus como los grandes olvidados y eso es de lo más injusto.

Los vigilantes de seguridad: "Somos los grandes olvidados"