Muere Alma, la perra apaleada y tiroteada por su dueño

Si llega a sobrevivir, le tendrían que haber amputado las dos patas delanteras

Finalmente ha sucedido el peor de los desenlaces. Han sido muchas las personas que aún confiaban en un hálito de esperanza. Alma, la perra que fue brutalmente apaleada y tiroteada por su dueño el pasado sábado en Chantada (Lugo) ha muerto este martes dia 3 como consecuencia de las gravísimas heridas que le provocó. El maltrato fue mortal. Canallesco. La perra fue golpeada y, además, recibió un disparo de su propietario, un cazador gallego.

Nada se ha podido hacer. La perra ha muerto en el hospital veterinario Rof Codina de Lugo, lugar donde han hecho todo lo posible y parte de lo imposible para salvarle la vida. Los profesionales sanitarios lo intentaron todo.

Finalmente ha muerto debido a la gravedad extrema de las heridas que le provocó su dueño. Suceso que ha conmocionado a miles de españoles. En caso de haber sobrevivido, le tendrían que haber amputado las dos patas delanteras.

Más datos sobre este funesto hecho: los seis cachorros que la perra acababa de parir siguen vivos, afortunadamente. Están en manos de una clínica veterinaria de Chantada. A buen recaudo. La Concellería de Medio Ambiente se hará cargo de los cachorros hasta que sean acogidos por diferentes familias. Esperemos que sea pronto .

El vídeo se hizo viral. Las imágenes del cazador agrediendo de manera salvaje al animal han conmocionado a miles de personas. Y sigue estremeciendo. Un vecino de Chantada (Lugo) grabó al individuo que golpeó y disparó a su perro diciendo: "Soy cazador y puedo disparar a quien me salga de los cojones".

Ya se saben más datos sobre el agresor: por ejemplo que se dedica al sector agrícola en Soilán do Monte. En este sentido la protectora Mundo Vivo, de la localidad de Chantada, se puso en contacto con la Guardia Civil justo después de ver las imágenes y denunció al propietario de la perra a la que se le practicará la autopsia teniendo en cuenta que se celebrará un juicio.

El cazador podría ser acusado de un delito de maltrato animal y enfrentarse a penas de hasta 18 meses o un año de prisión" ya que finalmente la perra ha muerto, según advierten los animalistas.