viernes. 29.03.2024

La Universidad de Córdoba estudia dos posibles escenarios para el próximo curso

El Consejo de Gobierno de la Universidad de Córdoba se ha reunido en sesión extraordinaria y por vía telemática

El Consejo de Gobierno de la Universidad de Córdoba (UCO), reunido en sesión extraordinaria y por vía telemática, ha aprobado por unanimidad sus criterios de adaptación de la docencia para el curso académico 2020-2021, como consecuencia de las restricciones derivadas del Covid-19, en los que se contemplan dos posibles escenarios, uno con menor actividad académica presencial en aula como consecuencia de medidas sanitarias de distanciamiento interpersonal y otro que contempla la suspensión de la actividad presencial en las clases.

Según ha indicado la institución universitaria en una nota, el documento recoge las directrices generales correspondientes a la planificación académica de su oferta formativa de grado, máster y doctorado en el escenario de excepcionalidad sanitaria generado como consecuencia del Coronavirus.

En este contexto, se establecen dos escenarios posibles en los que se pueda desarrollar la actividad docente. El primero plantea una menor actividad académica presencial en aula como consecuencia de medidas sanitarias de distanciamiento interpersonal que limiten el aforo permitido (escenario A); y un segundo escenario (B), que contempla la suspensión de la actividad presencial.

Entre las consideraciones generales, el acuerdo establece que el curso académico 2020-2021 comenzará de acuerdo con el escenario A de enseñanza multimodal y la mayor presencialidad posible en el aula en interés de la formación integral del alumnado.

Igualmente, se mantendrá el calendario académico aprobado por Consejo de Gobierno para el curso académico 2020-2021 y el horario de clases elaborado por los centros para cualquiera de las tipologías de enseñanza en las que se pueda desarrollar la docencia, salvo modificaciones puntuales en los horarios semanales derivados de las restricciones de espacios docentes.

Además, queda expresamente prohibida la docencia y evaluación fuera del calendario académico aprobado y las adaptaciones requeridas no supondrán incremento en el encargo docente del PDI, arbitrándose las medidas necesarias para minimizar el impacto en sus condiciones de trabajo en caso de tenerlo que desarrollar en el escenario B.

Las adaptaciones de la docencia y evaluación previstas según el plan de contingencia para los dos escenarios posibles se darán conocer al estudiantado antes del inicio del periodo de matrícula. Con independencia de la tipología de la docencia recibida en cualquiera de los escenarios, el estudiantado recibirá la atención y supervisión necesaria por parte de su profesorado, que deberá reforzarse especialmente en el escenario de docencia no presencial.

La evolución de la pandemia podría requerir medidas de mayor restricción del aforo inicialmente previsto en las aulas y de distancia física entre personas o incluso pudiera ser necesaria la suspensión de la actividad presencial en toda la universidad o en determinados centros o grupos docentes.

Por todo ello, los planes de contingencia previstos deben ser lo suficientemente flexibles como para permitir un cambio ágil entre los dos escenarios posibles. La docencia impartida por videoconferencia (sesiones síncronas) se considera actividad presencial y así se tendrá en cuenta a efectos de la presencialidad recogida en el documento 'Verifica' del título. En el caso de los másteres interuniversitarios, se tendrá en cuenta el plan de contingencia de la universidad coordinadora.

En el escenario A, se adoptará un sistema multimodal o híbrido de enseñanza que combine, en todo lo posible, clases presenciales en aula y las clases presenciales por videoconferencia (sesiones síncronas), así como actividades formativas no presenciales para el aprendizaje autónomo del estudiantado. Además, el plan de contingencia debe prever la transición a un sistema de docencia exclusivamente online para el caso del escenario B, de suspensión de la actividad presencial.

En este escenario se procurará el mayor porcentaje posible de actividad presencial en aula para mantener la máxima adecuación al plan de estudios verificado y reconocer el valor añadido que la asistencia a clase tiene en la formación integral del estudiantado. En este contexto, los centros pondrán especial énfasis en maximizar la presencialidad en el aula del estudiantado de nuevo ingreso.

En toda actividad presencial que se desarrolle en los espacios docentes de la Universidad de Córdoba (aulas, seminarios, laboratorios) se establecerán sistemas que permitan, con la participación del profesorado, un control estricto de los estudiantes que asisten a dicha sesión.

Esta información deberá ser conservada durante el tiempo que se determine por las autoridades sanitarias para facilitar el seguimiento de los contactos en caso de que se detecte algún positivo o situación de contagio por covid-19. En este mismo sentido y para minimizar los riesgos asociados a la actividad presencial, se establecen una serie de directrices que afectan al desarrollo diario de la docencia.

En casos de suspensión temporal de la actividad presencial en un centro por indicación de las autoridades sanitarias, la actividad docente se mantendrá mediante videoconferencia según el horario aprobado por el centro y lo recogido en el plan de contingencia para el escenario B.

En el caso de que sea necesaria la suspensión de la actividad presencial en las aulas (escenario B), toda la docencia se llevará a cabo de forma online. Los planes de contingencia en este caso tendrán que reflejar la adaptación metodológica correspondiente a los distintos grupos definidos en la guía docente. Las actividades alternativas para los grupos reducidos deben garantizar la adquisición de las competencias de esa asignatura.

Se recomienda al profesorado el uso de la videoconferencia que se podrá acompañar con material docente preparado específicamente para facilitar el seguimiento de las clases como diapositivas locutadas o cualquier otra herramienta que el profesorado considere adecuada para reforzar la adquisición de las competencias por parte del estudiantado.

El acuerdo recoge también los criterios para la adaptación de la evaluación a ambos escenarios, así como la defensa de los Trabajos Fin de Grado (TFG) y de Máster (TFM) y de tesis doctorales.

En relación con las prácticas externas curriculares, el documento establece que se mantendrán en los mismos términos que estén establecidos en la memoria verificada del título y en los convenios existentes con las entidades colaboradoras. Siempre que las circunstancias lo permitan, y las entidades colaboradoras satisfagan las condiciones sanitarias exigidas, las prácticas curriculares se desarrollarán presencialmente en las entidades colaboradoras.

En el escenario A, si hubiera de limitarse el número de horas de presencia en la entidad colaboradora por limitaciones en el aforo, se combinarán las actividades presenciales con un volumen razonable de resultados de aprendizaje que garanticen una adquisición suficiente de competencias, con otro tipo de actividad que puedan ser evaluadas. Si no fuera posible la presencia física en la entidad colaboradora, se procurará que los objetivos formativos se mantengan con actividades en línea desarrolladas con la entidad colaboradora, siempre que ésta lo facilite.

En el caso de que las prácticas curriculares se tengan que interrumpir por necesidades de confinamiento temporal, la adquisición de las competencias podrá completarse mediante el desarrollo de actividades formativas alternativas siempre que se den las condiciones adecuadas para ello. Cuando no sea posible la adaptación de las prácticas a una tipología de enseñanza no presencial, se prorrogará su realización de manera intensiva en aquellos periodos donde la situación sanitaria lo permita.

La Universidad de Córdoba estudia dos posibles escenarios para el próximo curso