Los turdetanos fueron un pueblo indígena prerromano de la Turdetania, cuyo territorio correspondería actualmente con lo que es la provincia de Huelva, Sevilla, Cádiz, Málaga, Córdoba, gran parte de Jaén y de Granada, además del Algarve portugués que cronológicamente lo situamos entre el 500 y el 206 a.C.
Tuvieron sus propias monedas como pueblo independiente que eran los turdetanos, descendientes directos de los tartessos, donde apreciamos el sol de ocho puntas símbolo de los habitantes herederos de Tartessos.
Según señaló Estrabón en su Geografía de Iberia: los turdetanos…”son considerados los más cultos de los iberos, ya que conocen la escritura y, según sus tradiciones ancestrales, incluso tienen crónicas históricas, poemas y leyes en verso que ellos dicen de seis mil años de antigüedad”.
Su economía se basaba en la minería, la agricultura- cereal, olivo y vid principalmente- la ganadería- criaban bueyes, caballos y ovejas- e industria textil. También en la costa mantuvieron la industria conservera, de salazones y de la pesca.
Vivían de modo pacífico como otros iberos y, políticamente, se fundamentaban en alianzas entre ciudades, ya que era una sociedad urbana preferentemente, más que en otras zonas de Iberia.
Su religión tuvo influencia fenicia y cartaginesa. Se conocen que hubo distintos santuarios por las ofrendas votivas encontradas.
En cuanto a la música, se conoce por investigaciones recientes que, los grupos de música, danza y baile recuerdan a las Pandas de Verdiales de Málaga y, que Homero en su Odisea, nombra a una tierra Shería—Turdetania— en la que la música tenía un papel casi básico en la vida diaria. Instrumentos que utilizaban eran las tejoletas o castañuelas, los címbalos, los panderos y los aerófonos.
Relieve de jinete de Osuna siglo II-I a.C.
El griego Estrabón en su obra ‘Geografía de Iberia’ nos indica lo siguiente acerca de los antepasados de lo que hoy es Andalucía: “Desde Turdetania se exporta trigo y vino en cantidad así como aceite (no sólo abundante sino también de una gran calidad); también se exporta cera, miel, pez, una gran cantidad de cochinilla y minio…; los astilleros se mantienen allí con madera. Se dan también entre ellos las sales minerales….los salazones de pescado…abundantes las lanas de colores intensamente negros y son extraordinariamente hermosas…insuperable la belleza de los tejidos ligeros… Hay también abundancia de ganado de todas clases y de piezas de caza…
Pero Turdetania y las comarcas vecinas no permiten encontrar la palabra adecuada a los que desean ensalzar esta prodigalidad. Pues no se ha podido encontrar hasta ahora en ninguna parte de la tierra que se produzca ni tanta cantidad de oro, plata, de cobre y de hierro ni de tanta calidad”.
