viernes. 19.04.2024

“No está aquí con nosotros porque en el cielo hay muchos niños”

44 años ya de su fallecimiento: ¿te acuerdas de Fofó?

Fue un referente amable para toda España. Especialmente para los más pequeños de la casa. Hacer sonreír a los niños era su meta. Su felicidad. Y su profesión. Que la desempeñaba como nadie. Fue un ser excepcional que supo sintonizar a las mil maravillas con el público infantil.

Todos le conocían como Fofó. Y era el epicentro de los célebres payasos de la tele. La única tele, la única cadena, que había cuando entonces. Los niños de la década de los 70 lo adoraban. Y lo esperaban pacientemente delante de la pequeña pantalla.

Fofó, es decir: Alfonso Aragón Bermúdez, estaba en la cresta e la ola. En la cima de la fama. En la cúspide de la aceptación popular cuando, de repente, inesperadamente, se marchó, “se fue al cielo”, para estar allí con más niños. Una muerte que conmocionó a todo el país.

Una muerte que dejó helados a los españoles. Hace ya de aquello 44 años. En 1973 desembarcó en todos los hogares ‘El Gran Circo de TVE’ con los queridísimos Gaby, Fofó y Miliki. Rompieron moldes, aportaron variedad, sensibilidad, emoción, melodías, aventuras y enseñanzas. Aprendizajes. Y risas, muchas risas.

El espacio fue un boom. Enseguida se fabricaron juguetes, llaveros y se editaron tebeos y cromos. Los payasos de la tele era apostar doble contra sencillo. Apostar sobre seguro. Apostar a caballo ganador. No había trampa ni cartón: sólo mucho talento artístico y mucho cariño por su público, por todos lo niños de aquí y de allá.

Pero Fofó, cuando ya llevaba tres años de imparable éxito, enfermó. Y tuvo que someterse a una durísima operación cuyo resultado fue del todo exitoso. Fofó resurgió con más fuerza si cabe. Con hambre de pista circense. Incluso José María Íñigo le dedicó una entrevista en televisión celebrando su feliz restablecimiento.

Había superado Alfonso Aragón un tumor benigno. Un tumor que le fue extirpado. La recuperación iba viento en popa. Pero de nuevo se sintió indispuesto y fue ingresado de urgencia en el hospital de la Fundación Jiménez Díaz, donde sólo dos días después, el 22 de junio de 1976, fallecía ante el asombro de todos. Incluidos los mismos médicos que le atendieron.

Años más tarde se supo que la causa de su fallecimiento fue una hepatitis B. La había contraído en una de las transfusiones sanguíneas que se le hizo con motivo de la operación en la cabeza. ¿Por qué se ocultó la causa? Porque, conocida la popularidad del personaje, las autoridades médicas entendieron conveniente no crear una alarma social entre la población que necesitase recibir sangre en un centro médico.

El payaso por antonomasia, Fofó, fue despedido por más de 25.000 personas. Fue enterrado en el cementerio del barrio madrileño de Vallecas. Recibió muchos reconocimientos. Entre ellos una calle en el municipio sevillano de Écija así como una estatura en la ciudad de Almería.

La vuelta al trabajo de Gaby, Miliki y su hijo Fofito fue entrañable y durísima a la misma vez. Se pusieron delante de las cámaras para grabar el primer programa sin Fofó. Sacaron fuerzas de flaqueza. Tragaron saliva. Y Gaby arrancó como pudo con unas palabras inolvidables: “Fofó está muy contento, está muy feliz. No está aquí con nosotros porque en el cielo hay muchos niños”.

“No está aquí con nosotros porque en el cielo hay muchos niños”