Concentración en Jerez en contra de los paraísos fiscales
La Plataforma Provincial contra el TTIP secunda un acto que se iniciará en la Plaza del Arenal
La Plataforma Provincial contra el TTIP ha decidido participar activamente en el Día Global de Acción contra los Paraísos Fiscales convocado por el Foro Social Mundial de Montreal para el día 3 de abril. Dicha participación se concretará en una concentración que tendrá lugar a las 19:00 horas en la céntrica Plaza del Arenal de Jerez de la Frontera.
Los paraísos fiscales, denuncian desde la plataforma, son un elemento fundamental del entramado financiero que permite a las multinacionales, grandes fortunas y entidades financieras ocultar ingresos y beneficios, eludiendo de ese modo el pago de sus correspondientes obligaciones fiscales. Así, al igual que implantan sus fábricas en aquellos países donde los llamados costes de producción son menores (léase: menos derechos laborales), las grandes corporaciones también localizan sus oficinas en aquellos espacios donde la fiscalidad es nula o mínima, los denominados paraísos fiscales.
Pero a diferencia de lo que mucha gente cree, tal y como han puesto en evidencia los recientes escándalos financieros, no es necesario viajar a una exótica isla para encontrar un paraíso fiscal, ya que, en muchas ocasiones, son los propios gobiernos de países de la Unión Europea los que pactan con las multinacionales beneficios fiscales en detrimento de las arcas públicas.
Prueba de ello, manifiestan, es el enorme volumen de dinero que se mueve en guaridas financieras como la City de Londres, la Islas del Canal en Reino Unido, Luxemburgo, Holanda o Irlanda, incluso Delaware o Nevada en EEUU y, por supuesto, en los tradicionales paraísos de siempre: Caimán, Suiza, Andorra, Gibraltar etc. Empresas como Google, Amazon, Microsoft, McDonald’s, Apple… o el 95% de las empresa del Ibex35 tienen filiales en paraísos fiscales con el único propósitos de eludir pagar impuestos.
Por otra parten, lamentan desde la plataforma, los tratados del mal llamado libre comercio que se han estado negociando, no sólo no previenen estas prácticas, sino que, con la intensificación del tráfico fronterizo de servicios financieros, facilitan un mayor movimiento de capital a espacios opacos, que, como se ha expuesto anteriormente, están en el corazón mismo de la Unión Europea o Estados Unidos.
El CETA, por ejemplo, en vez de prevenir estos riesgos, limita la capacidad de regularlos por parte de los gobiernos y, al igual que otros tratados, permite a las multinacionales y a los bancos demandar a los estados por cualquier cambio de regulación que consideren que limita sus aspiraciones de beneficios. En este sentido, cualquier política progresista que limite exenciones fiscales a las grandes empresas, que aumente los impuestos de sociedades o ponga impuestos especiales a las energías fósiles, pueden verse amenazadas por demandas de los inversores extranjeros.
